Tras ser víctima de un atentado, la vicepresidenta Cristina Kirchner pasó la noche del jueves “conmocionada” y “acompañada” por su círculo más íntimo en su departamento de Recoleta.
Su abogado, Gregorio Dalbón, dijo que habló con ella minutos después del ataque y reveló que la escuchó “tranquila y acompañada”.
Según trascendió, Cristina Kirchner recibió a un puñado de íntimos, entre otros su hijo Máximo; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; el senador Oscar Parrilli y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Fueron, junto a custodios y secretarios, los que compartieron los momentos posteriores al episodio en el departamento del quinto piso de Juncal y Uruguay.
“Cristina está impactada y conmocionada por lo que sucedió”, contó Parrilli y agregó: “Está bien, por suerte, tiene su espíritu y temple intacto. En ese sentido, está bien”.
En tanto, el dirigente neuquino manifestó: “Anoche estuve con ella tras estos lamentables hechos. En el momento no se da cuenta. Ella no lo percibe, fue todo tan rápido, fugaz, sorpresivo, porque estaba tratando de recoger un libro. Cuando vio las imágenes arriba tomó conciencia de la gravedad”, añadió.
De acuerdo a trascendidos, Cristina Kirchner luego habló con Alberto Fernández, que le contó que daría un discurso por Cadena Nacional y su decisión de decretar feriado para el viernes. Máximo, por su parte, trasmitió la orden de suspender el Congreso del PJ bonaerense que estaba convocado para el sábado en el parque municipal de Merlo y que tendría a su madre como única oradora.
En paralelo, se activaron llamados y mensajes entre dirigentes de La Cámpora e intendentes peronistas del conurbano y antes de la 1 de la madrugada ya se había resuelto hacer una movilización a Plaza de Mayo.
Este viernes por la mañana, la jueza María Eugenia Capuchetti volvió a la casa de la vicepresidenta, en la que habían estado antes los fiscales Carlos Rivolo y Eduardo Taiano, para tomarle declaración a la titular del Senado.