Sigue la búsqueda de Lian Gael Flores Soraide, el nene de 3 años que desapareció en Córdoba. En ese contexto y luego de una nueva jornada marcada por largos rastrillajes que dieron negativo, la justicia analiza otras hipótesis. La fiscalía Federal de Bell Ville y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) investigarán si se concretó este tipo de delito.
“Alguien se lo llevó”, aseguran fuentes del expediente. A través de la resolución MP 33/25, el procurador general de la Nación, Eduardo Casal, dispuso que la fiscal federal Alejandra Mángano y el fiscal general Marcelo Colombo, cotitulares de la PROTEX se desempeñen en forma conjunta con la fiscal interinamente a cargo de la Fiscalía Federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona.
En ese sentido, el procurador hizo saber a la representante del Ministerio Público Fiscal que "se encuentra habilitada a coordinar la actividad probatoria de las actuaciones bajo su dirección con la desarrollada por los representantes del MPF de la provincia de Córdoba, en el marco de la referida causa, compartiendo con los debidos recaudos la prueba colectada y actuando coordinadamente a fin de mancomunar esfuerzos y evitar superposiciones".
Por otro lado, surge la pista de una curandera jujeña que está en la mira de la Justicia cordobesa por su vinculación con el caso, y por tal motivo fue allanada su vivienda, donde se secuestraron elementos de importancia.
En la ciudad jujeña de Perico, agentes policiales allanaron la casa que habita "La Abuelita", en busca de obtener información que pueda ser relevante sobre su llegada a Ballesteros Sud en las horas previas la desaparición del niño de 3 años, el sábado pasado. Durante el operativo se secuestraron celulares, pasajes de colectivo y un bolso con ropa, elementos que serán analizados.
También se le tomó declaración a la mujer, junto con otras cuatro personas que viven en el mismo domicilio. Ninguno quedó detenido.
Lian, de 3 años, desapareció en el inicio de la tarde del sábado 22 de febrero, mientras su familia dormía la siesta en su casa del paraje rural Ballesteros Sud, a 200 kilómetros de la capital cordobesa. Según los primeros testigos, ll chico estaba jugando en el patio de la vivienda, ubicada en un terreno lindero a un cortadero de ladrillos.
Los primeros rastrillajes comenzaron esa misma noche, con la participación de más de 120 efectivos de distintas áreas de la Policía de Córdoba, junto a bomberos, baqueanos y voluntarios. Con el correr de los días se sumaron agentes de la Policía Federal, de Gendarmería y del Ejército. Las autoridades activaron la Alerta Sofía, pero nunca más se lo vio.