El Gobierno había puesto todas sus fichas en el casillero que tenía escrito el día miércoles 28 de septiembre. Consideraba que la reunión entre los representantes de las empresas que producen neumáticos y el Sindicato del Neumático (SUTNA) tenía que ser la última de una extensa línea del tiempo, donde el conflicto salarial se desarrolló sin buenos resultados a la vista.
Pese a la presión del Ejecutivo para que el sindicato levante el bloqueo que mantiene en las empresas y la negociación baje su nivel de tensión, los gremialistas mantuvieron su postura dura y no convalidaron la idea de retirarse de las puertas de las fábricas donde se producen las cubiertas.
Hubo un punto en el que se avanzó que fue la discusión salarial sobre el período 2021-2022. El aumento pautado era del 68% y los empresarios propusieron llevar ese monto al 71%. Fue un paso adelante en una mesa de negociación marcada por la dureza de los protagonistas. Sobre todo, creen en el oficialismo, del sector sindical.
Ayer, los empresarios se sentaron a negociar disgustados con las condiciones en las que estaban discutiendo un acuerdo. Consideran que están negociando presionados por los bloqueos y sin un pacto de buena voluntad para caminar hacia un acuerdo. Además, claro está, están perdiendo millones de pesos cada día.
La negociación quedó paralizada porque no hubo acuerdo en el pago del 200% sobre las horas trabajadas durante los fines de semana, uno de los reclamos que el SUTNA venía realizando en los últimos días. Este jueves, a las 13, volverán a verse las caras para tratar de acercar posiciones en una negociación con poco margen de acción.
“Está muy dura la negociación. No aflojan”, resaltó un funcionario nacional que sigue de cerca los pormenores del idea y vuelta entre los actores. Si bien hubo un mínimo avance, en el Gobierno esperaban que en el final del miércoles el conflicto esté resuelto. No sucedió.
Sergio Massa discutió con una diputada del FIT que lo trató de mentiroso y cuestionó su rol en la crisis de los neumáticos
En definitiva, esa fue la línea que expuso públicamente el oficialismo durante el martes. El Presidente le pidió al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que el conflicto no se extienda en el tiempo y que trate de mediar para que se desactiven los bloqueos. Sin embargo, los ingresos a las fábricas siguen tapados.
La cartera de Trabajo no tiene potestad para ordenar el cese de los bloqueos, solo puede participar de la negociación triangular y persuadir a los sindicalistas para que disuelvan la medida de fuerza y se sienten a negociar la paritaria. Ese paso no se pudo dar.
Las fábricas de neumáticos vienen denunciando bloqueos desde mita de año. Hay denuncias hechas en la justicia bonaerense, pero ningún juez avanzó en una resolución respecto al impedimento que tienen las empresas para seguir con su producción.
El gran temor que tienen en la Casa Rosada es que se profundice el conflicto, que se extienda el tiempo en que las fábricas están paradas, que las automotrices se queden sin stock para seguir ensamblando autos y que la cadena de producción estalle en el último eslabón: la venta al público. Es decir, que las gomerías y talleres no tengan cubiertas para vender.
Este jueves vuelven a reunirse los empresarios y los sindicalistas en la mesa de negociación abierta en el Ministerio de Trabajo (Roberto Almeida)
Ayer por la tarde el ministro de Economía, Sergio Massa, volvió a apuntar contra el SUTNA. Fue durante la presentación del Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados. Allí se cruzó con la diputada del FIT Romina del Plá, que lo acusó de mentiroso y de ponerse del lado de las empresas. Massa reaccionó.
“No solo no miento, mintió ayer el sindicalista del neumático, que dijo que no había sido atendido por el Ministerio de Economía, cuando el Secretario de Industria, José de Mendiguren se reunió una vez con él y con Pablo Moyano, y otra vez a solas. El que mintió es Crespo, diputada”, aseguró. El sindicalista es Alejandro Crespo, el líder del SUTNA.
Este jueves vuelve a abrirse la mesa de negociación. Una más después de 5 meses de un extenso conflicto salarial. El Gobierno vuelve a poner sus fichas en el tablero y vuelve a ejercer presión para que la negociación se encause y se reactive la producción. El tema sigue estando en la agenda oficial.
En Balcarce 50 advierten que el sector automotriz, hoy afectado por el parate en las fábricas de cubiertas, es uno de los que más creció en los últimos meses, por lo que no quieren que entre en crisis por la imposibilidad de completar el armado de autos. Por eso le piden flexibilidad a las dos partes. Necesitan una resolución con urgencia.
La negociación está abierta. Y hoy tendrá un nuevo capítulo. El stock de cubiertas empezó a disminuir y la posición del SUTNA sigue siendo muy dura. Final abierto.