Rodeada de militancia, con un reforzado dispositivo de seguridad, y en clave “electoral”, Cristina Kirchner encabeza este jueves un acto masivo en el Estadio Único de la Plata. Sobre la Vicepresidenta quedaron las miradas no sólo de la Casa Rosada -donde creen que alimentará el operativo clamor que impulsa su candidatura-, sino también las del Poder Judicial, en medio del enfrentamiento con la Corte Suprema.
Horas antes antes del arribo de la exmandataria, en un clima festivo y al ritmo de la música de los parlantes, llegaron al estadio miles de militantes de las distintas agrupaciones K, intendentes y legisladores bonaerenses, diputados y senadores, ministros provinciales, nacionales y referentes de organizaciones sociales, sindicales y del PJ.
Cristina Kirchner, hoy a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Alberto Fernández, por ahora no define su candidatura pero ya advierte que jugará fuerte en la interna para las elecciones del año que viene. Se prevé que repita la señal que dejó pocas semanas atrás en el acto de la UOM, donde advirtió que va a hacer “todo lo que tenga que hacer para lograr que el pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que recupere la ilusión”.
Mientras el cristinismo presiona diariamente al Presidente para que abandone sus intenciones de ir por la reelección, la Vicepresidenta avisó, a su manera, que el futuro electoral del Frente de Todos dependerá de ella.
Pese a la expectativa (y cierto temor) que genera su discurso en la Casa Rosada, en el acto de este jueves en La Plata por el Día de la Militancia también habría lugar para dar algunas señales de distensión interna y llamados a “acuerdos”.
Este miércoles, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, se reunió con Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, que decidió enviar este jueves una delegación al acto. En sus últimas apariciones públicas, la Vicepresidenta había criticado duramente a la organización social, uno de los sostenes de Alberto Fernández.
Fuera de la interna, el acto de Cristina Kirchner llega en un momento de máxima tensión entre el kirchnerismo y el Poder Judicial. Por un lado, el oficialismo del Senado concretó una nueva jugada para quedarse con un miembro extra en el Consejo de la Magistratura, a pesar del reciente fallo de la Corte Suprema.
La Vicepresidenta también ve acercarse la sentencia en el juicio oral en su contra por el presunto direccionamiento de fondos de la obra pública de Santa Cruz a favor del empresario Lázaro Báez. En su entorno descuentan que será una condena.
A eso se suman sus reciente críticas contra la jueza María Eugenia Capuchetti, que está a cargo de la investigación del atentado que sufrió frente a su casa en Recoleta a principios de septiembre. La Vicepresidenta afirmó que la magistrada cometió “graves irregularidades” y la acusa de no investigar a los supuestos autores intelectuales del ataque.