Se suponía que la sesión en el Senado debía transcurrir con tranquilidad, dado que el paquete de leyes a tratar contenía temas acordados previamente en las reuniones de labor parlamentaria. Lo más saliente serían los cambios en el Monotributo, para modificar los montos límite de facturación y evitar que los pequeños contribuyentes pasen de escala o directamente deban inscribirse en el Régimen General.
Sin embargo, antes de meterse de lleno en ese debate, la oposición no quiso dejar pasar la visita de ayer de Alberto Fernández a Milagro Sala y planteó una cuestión de privilegio y una moción de preferencia para referirse al asunto. Esa situación derivó en un picante cruce entre Luis Naidenoff y Cristina Kirchner y en la reacción del oficialista Guillermo Snopek, al que la titular de la Cámara Alta mandó a sentar.
En principio, fue la senadora jujeña Silvia Giacoppo quien planteó una cuestión de privilegio por los dichos del Presidente, que había considerado que Sala es una “perseguida política” y pidió a los tribunales de Jujuy y a la Corte Suprema que empiecen a “enmendar las barrabasadas que se hicieron”. Por ello, la legisladora de Juntos por el Cambio definió sus palabras como “insultantes hacia el Poder Judicial de la Nación y de la provincia”. Asimismo, afirmó que los jueces “no responden al gobierno de turno”, en alusión a Gerardo Morales, dado que fueron nombrados en los mandatos justicialistas antecesores, y recordó que la dirigente social tiene “60 causas”.
En la misma dirección, Luis Naidenoff planteó una moción de preferencia para el expediente que presentaron para “manifestar el enérgico repudio a la visita del Presidente de la República a la provincia de Jujuy para reunirse con Milagro Sala y las declaraciones vertidas con posterioridad”.
“Quiero advertir respecto a la gravedad desde el punto de vista jurídico y político. Esta idea de arremeter contra la Justicia provincial y contra la Corte atenta contra el espíritu del artículo 109 de la Constitución Nacional. Ahora bien, la cuestión de fondo es que como en la Argentina no hay problemas, la inflación está controlada, el riesgo país está controlado, se pude transitar con tranquilidad porque no hay falta de combustible y que como desde que asumieron ordenaron todo, no hay inconvenientes en la Argentina como para que el Presidente pueda suspender la agenda de temas prioritarios y apretar a la Justicia”, agregó con mucha ironía.
Pero cuando Naidenoff llevaba hablando 4 minutos y 40 segundos, Cristina Kirchner lo interrumpió y le recordó que le quedaban solamente 20 segundo para redondear su idea. “No es una cuestión de privilegio es de preferencia”, le dijo el senador formoseño. Fue en ese momento cuando la titular de la Cámara Alta le espetó “para preferencia son 5, para preferencia son 5, five (cinco en inglés), míreme la mano, 5″, mostrándole los dedos de su mano derecha.
Finalmente, Naidenoff culminó a los 7 minutos y le dijo a la Vicepresidenta de la Nación “mire, sobra tiempo”, a lo que Cristina Kirchner le respondió con más ironía aún: “Tan generoso siempre, Naidenoff. Su generosidad me apabulla”.
Luego, el jefe del interbloque opositor continuó sus cruces con José Mayans, su par del bloque oficialista. La tensión escaló a tal punto que otro legislador del Frente de Todos, Guillermo Snopek, se paró de su banca y se acercó a Naidenoff, gesticulando y haciéndole reclamos, que no se escucharon dado que no tenía su micrófono. Lo que sí se percibió con claridad fue que, acto seguido, la titular de la Cámara Alta lo mandó a sentar: “Retorne a su banca, por favor”.