La madre de un adolescente denunció que su hijo, que sufría una discapacidad por daño neurológico a causa de un cuadro de meningitis, murió después de que se negaran a atenderlo en la guardia de un hospital de la ciudad correntina de Itatí.
La víctima se llamaba Sergio Ramón Ríos y tenía 17 años, pero desde los seis meses de vida peleaba con las secuelas que le había dejado la enfermedad. De acuerdo al relato que hizo su mamá a los medios locales, cuando su hijo se descompensó llamó al hospital para pedir una ambulancia: “Nunca atendieron mis llamados, así que lo envolví en una frazada, lo cargué y fui caminando hasta allá”.
Pese al esfuerzo de la mujer, su suerte no fue mucho mejor cuando llegó al centro médico con Sergio en brazos. “Cuando llegué, todo estaba cerrado y con mi hija de 12 años tuvimos que golpear las manos muchas veces para que los atiendan”, apuntó la mujer en diálogo con El Litoral, y añadió: “Le pregunté por el médico de guardia porque mi hijo no estaba bien, pero me respondieron que la doctora estaba durmiendo”.
Más tarde salió una enfermera y directamente le pidió que volviera al día siguiente después de las 8, ya que esa hora recién podría encontrar al médico que siempre atendía a Sergio. “Volví a mi casa y mi hijito lloraba, pero nunca supe qué era. Él no hablaba, sólo decía ‘mamá’ y golpeaba las manos para comunicarse”, recordó angustiada.
El desenlace fue trágico. Sergio murió en sus brazos y ahora se abrió una investigación para determinar si hubo mala praxis. “¿Cómo es posible que una médica duerma en su guardia y cuando se la necesita te manda a tu casa. ¿Quién responde por la muerte de mi hijo, que pudo ser evitada?”, cuestionó su madre.