Con un mes de anticipación, la cartera que comanda Victoria Tolosa Paz avanzó con la compra de disfraces, juegos y juguetes para el "Día de las Niñeces", como rebautizaron al Día del Niño con la finalidad de ser "inclusivos".
La licitación puesta en etapa de apertura este viernes y con una oferta ya confirmada detalla que resulta imprescindible para el día festivo que se aproxima avanzar con la "adjudicación simple con el Efector Social Cooperativa de Trabajo Manos Berissenses" para la "adquisición de juegos, juguetes y disfraces". Esta misma cooperativa fue quien salió beneficiada con un total de $350.240.000,00 que serán debitados de las arcas estatales.
Si bien la festividad fue renombrada para terminar con los "micro-machismos" de las denominaciones solo "masculinas", las compras que realizó la ministra no son más que un desacierto en este sentido, dado que se adquirieron disfraces de princesas para las niñas y disfraces de constructor para los varones.
Además, se solicitaron libros infantiles con figuras estampadas confeccionados en tela: "Un libro sensorial de tela sirve para mejorar la motricidad fina. Como norma general, todos los libros sensoriales de tela tienen multitud de actividades para mejorar esa capacidad mediante la coordinación entre los ojos y los dedos de las manos", detalla el Anexo publicado este viernes.
Asimismo, se solicitaron muñecas estilo "bebotes", juegos de cocina y autitos de plásticos.
Si bien estas contrataciones por días festivos no resultan novedosas, sí son inoportunas. Actualmente, Tolosa Paz está enfrentándose con los líderes de las organizaciones sociales por la falta de distribución de alimentos a comedores comunitarios. Incluso, con el propio funcionario de su Ministerio, Emilio Pérsico quien conduce el Movimiento Evita, ha tenido disputas.
Otro punto que terminó por culminar en su gestión fue la quita de planes sociales a los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo. El fundamento principal para avanzar con tal medida fue la presunta irregularidad de los usuarios, quienes compraban dólares y tenían bienes personales declarados. Sin embargo, los afectados reclaman por la reintegración y desmienten tales acusaciones.
Apartando estos desencuentros políticos, resulta evidente que el contexto social y económico del país no están óptimos como para avanzar con estas contrataciones millonarias que, por el contrario, podrían invertirse en proyectos más provechosos para todos y no en una inversión de campaña.