Víctor Sebastián “Chicha” Barreto, un chico de 8 años de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, murió atropellado el domingo pasado por un camión de residuos a pocos metros de un inmenso basural. Chicha” había llegado allí en medio de la lluvia, colgado de un vehículo que transporta basura con un único objetivo: buscar algo para comer.
Fuentes policiales abocadas a la investigación de su muerte señalaron a este medio que el accidente ocurrió hacia las 19:35, en un camino público dentro de la zona conocida como “El Volcadero”. El nombre es acertado. Se trata de un enorme basural a cielo abierto ubicado en la zona oeste de la capital de Entre Ríos, donde diariamente ingresan vehículos con toneladas de residuos. Está situado a pocos metros del barrio San Martín, un lugar de casas precarias donde vivía la víctima y donde abunda la miseria y el hambre.
Fue justamente este flagelo el que atravesó a “Chicha” durante sus escasos ocho años y que lo llevó la tarde del domingo a entrar en la basura para encontrar algo para comer. Tenía siete hermanos, algunos de los cuales están bajo custodia del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) porque su madre no se podía hacer cargo de ellos.
De hecho, su muerte desencadenó una disputa en la familia de Barreto. Se acercaron al basural poco después del accidente y responsabilizaron a la mamá de la víctima por “descuidarlo”. Le reclamaron que “nunca estaba para cuidarlo”. Fue en el marco de un tenso episodio en el que debieron intervenir los policías de la Comisaría Quinta para evitar que la tragedia fuera todavía mayor.
Su necesidad de paliar el hambre como fuera lo obligó a que “Chicha” tomara como costumbre colgarse de los camiones de residuos para entrar y salir del basural. Fue en medio de esta secuencia que perdió la vida. Un testimonio obtenido por investigadores en el “volcadero”, reveló que “Chicha” estaba colgado en una de las escaleras de la parte posterior de uno de los camiones del servicio municipal de recolección de residuos antes de perder la vida. Luego, cayó al camino de barro.
Como sucedió apenas terminado el temporal que azotó a gran parte del país, las condiciones de las calles dentro del predio, vías internas que no tienen numeración y mucho menos un nombre, eran inestables. Sin embargo, esas calles son públicas y todos los vecinos tienen la posibilidad acceder al basural cuando quieren.
“Chicha” viajaba a bordo de un camión que iba a descargar ramas. “Le aplastó la cabeza con la rueda trasera izquierda”, aseguró un investigador.
De acuerdo con la investigación, el camión le aplastó la cabeza