En Vicente López sigue la conmoción por el crimen de la pareja de jubilados hallados muertos esta mañana dentro de su auto Mercedes Benz estacionado en el garaje de su casa, ubicada en la esquina de Melo y Gaspar Campos. José Enrique del Río, de 75 años, y María Mercedes Alonso, de 72, fueron atacados a balazos: el hombre recibió tres tiros y la mujer uno.
Fue la empleada doméstica la que encontró los cuerpos este jueves. Ella llegó alrededor de las 7 a ese domicilio para trabajar como cualquier otro día. Comenzó con sus tareas hasta que le llamó la atención que no hubiera movimiento en la vivienda y que no se escuchara ningún ruido, por lo que decidió recorrer los distintos ambientes en búsqueda de los propietarios. Así, al llegar al garaje, la mujer se topó con las víctimas en el interior del vehículo.
María Mercedes estaba sobre el asiento del conductor y José Enrique como acompañante. Ambos tenían puestos los cinturones de seguridad.
Tras la alerta a la Policía, la investigación que dirige el fiscal Martín Gómez, y a la cual luego se sumó su colega Alejandro Musso, se orientó a un doble homicidio en ocasión de robo. Una hipótesis es que la pareja regresó al domicilio luego de realizar unas compras. En ese momento, los delincuentes habrían ingresado por el garaje, sorprendieron a las víctimas y las atacaron para cometer el atraco. Otra de las teorías es que cuando ambos regresaron los delincuentes ya estaban en el interior de la casa y, al ser descubiertos, los asesinaron a sangre fría.
Mientras los detectives comenzaban a trabajar en distintas líneas del caso, se conocieron las historias de los jubilados. Del Río era abogado y también había sido miembro de la Policía Federal: se retiró como oficial principal con una antigüedad superior a 15 años en la Fuerza.
Junto a su mujer tuvieron 20 años atrás una empresa en común, dedicada al rubro de vigilancia y seguridad. El matrimonio también se encontraba registrado en el rubro de servicios inmobiliarios de la AFIP: era propietario de playas de estacionamiento en la Ciudad de Buenos Aires.
Otro dato que salió a la luz es que el matrimonio estaba en vías a mudarse al centro porteño. Incluso, en su domicilio había pertenencias que ya estaban embaladas.
Los detectives que ingresaron a la propiedad descubrieron que la casa se encontraba totalmente desordena y la caja fuerte estaba abierta, lo que dio lugar desde un principio a la hipótesis de un crimen en ocasión de robo. Sin embargo, a simple vista no se detectó ninguna puerta, ventana o abertura forzada y tampoco se hallaron armas dentro del auto o de la propiedad.
Por otro ladro, tras analizar las heridas de muerte que sufrieron las víctimas, fuentes del caso aseguraron a este medio que en el hecho se utilizó un “arma de grueso calibre”.
Otro de los aspectos que se investiga es que los responsables por los crímenes no dejaron rastros. Se llevaron los archivos DVR de las cámaras de seguridad de la casa, por lo que se sospecha que podría tratarse de delincuentes experimentados.
De acuerdo a la información oficial, el caso podría investigarse como un homicidio en criminis causa, es decir, matar para ocultar, por ejemplo, un robo.