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CONFESIONES

Durísimo: Chiche Gelblung asegura haber sido el primer argentino en probar el viagra

En La Noche Perfecta, el programa de Eltrece que conduce Sebastián Wainraich, el periodista relató anécdotas desopilantes

Durísimo: Chiche Gelblung asegura haber sido el primer argentino en probar el viagra

En La Noche Perfecta, el programa que conduce todas las noches Sebastián Wainraich, el invitado fue Chiche Gelblung. Con un apósito en la nariz, “un poco disfónico” por el cambio de temperatura y luego de revelar que su mujer, Cristina Seoane, mira el late show de Eltrece todas las noches, se dispuso a responder las preguntas del anfitrión.

El envío tiene una sección que se llama “La pregunta fuerte”, que el conductor extrae de una supuesta caja fuerte casi al comenzo. Ante la mirada del conductor de Chiche 2025 en las mañanas de Crónica TV, de 70-20 los sábados en elnueve y Hola Chiche en las tardes de radio Del Plata, Wainraich tomó la cartulina con la pregunta, se sorprendió, se la mostró a sus coequipers Julieta Pink, que le gritaba “no se la hagas” y a Peto Menahem, que retrucaba: “Si Chiche ve el programa sabe que esta pregunta es fuerte, es dura, es sin filtro, es a la mandíbula”.

La duda que Wainraich quiso confirmar era si el periodista había sido el primer argentino en tomar Viagra, a lo que Gelblung respondió con un seco y firme “sí”. Y luego, se dispuso a contar cómo llegó a tal conclusión: “Cuando apareció el Viagra, obviamente tratamos de conseguirlo con el laboratorio y el único lugar de Sudamérica donde se vendía era Brasil. Y mandamos un enviado a Brasil para buscar una pastilla de Viagra… había guita en la tele. Cuando llega la pastilla, yo estaba en la radio en ese momento, y viene el enviado, Gastón Ferrari, con la pastillita azul. Y yo la tomé. El horario del programa era cinco, cinco y media. Me empecé a poner colorado, yo pensé que me iba a morir de un ataque al corazón. No me hizo nada. Pero sí me puse rojo. Yo no sabía las consecuencias. Llamé al médico urólogo, llamé a todos: ‘Muchachos, acabo de tomar Viagra y me puse colorado’. Me dicen ‘es normal’. Pero fue una experiencia que relatamos en vivo”.

Pero además, la charla dejó tres perlitas bien al estilo de Chiche. La primera fue cuando reconoció que, de morir, lo quiere hacer “en vivo”. Aunque advirtió que “preferiría que no, pero si tiene que ocurrir, si”, desdramatizó en su elección: “Para morir, prefiero la tele a la radio, tiene más onda. En la radio van a la tanda y no se entera nadie”.

Con el mismo humor negro, un rasgo que siempre lo distinguió, Gelblung contó que no le gusta la imagen que le devuelve el espejo, por eso, dijo ante el asombro del anfitrión, “ensayo caras de muerto. Y me espío. Quiero ver, porque los muertos son horribles. Entonces pienso que cara tendré cuando esté muerto y ensayo caras. De esa manera evito verme naturalmente”. Wainrach repreguntó si le gustaba alguna, y la nueva respuesta fue más desopilante que la primera: “Hay una que tengo con la papada disimulada. Me espío (entrecierra los ojos), con la boca abierta, con la boca cerrada…Pero el espejo no me gusta”.

Y la tercera fue su relato del día que probó cocaína en el Departamento de Policía. “Fue la primera y única vez”, aclaró. Y luego desarrolló: “Fui a hacer una nota al Departamento de Policía porque habían hecho un secuestro de un cargamento importante. Y le pregunté al jefe de Drogas Peligrosas cómo era la cocaína. Me dijo ‘vení que te muestro’. Había un tonel grande con cocaína. Metí el dedo e hice así (se pasa el dedo por la lengua). ‘¡Pará!’ me dijo, porque era cocaína pura. Me quedó la lengua como si vas al odontólogo. Durante media hora no pude mover ni el labio ni la lengua. Era buena”, concluyó.


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