El Gobierno asegura que nombrará por decreto a Manuel García-Mansilla como juez de la Corte Suprema si el Senado aprueba el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema. El Ejecutivo acusa al kirchnerismo de querer sancionar la candidatura del juez federal antes del cierre de sesiones ordinarias.
La Casa Rosada reconoce que se tensionaron las negociaciones con la oposición y sostiene que está lejos de concretar un acuerdo por ambos candidatos. Mantienen la postura de que “salen los dos o ninguno” y expresan que la firma de la senadora Lucía Corpacci para el pliego de Lijo no estuvo coordinada entre ambos espacios.
La mesa chica de Balcarce 50 apunta contra Cristina Kirchner y descarta incorporar en el corto plazo el pliego de una mujer para el máximo tribunal. “Si mete a Lijo sin acuerdo previo, designamos a García-Mansilla por decreto para que le falle en contra en la causa Vialidad”, expresó a TN un alto funcionario.
El jefe de bloque del Frente Nacional y Popular, José Mayans, confirmó la intención de negociar con el oficialismo y expresó que están “dispuestos a conversar” y deslizó que quieren “una mujer en la Corte y una persona que tenga la visión que nosotros tenemos del Estado”.
El Gobierno busca aprovechar la confirmación de la condena a Cristina Kirchner para acelerar las incorporaciones al máximo tribunal. El encargado de negociar con el kirchnerismo es el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio.
El Ejecutivo asegura que evitará que la Corte Suprema quede con tres integrantes en diciembre tras la salida de Juan Carlos Maqueda, que llegará a la edad límite de 75 años para integrar el máximo tribunal. “No hay chances de que la Corte quede con tres jueces en diciembre. Vamos a agotar todas las posibilidades”, expresó a TN un funcionario.
Uno de los acuerdos que busca cerrar la Casa Rosada con el kirchnerismo es que no rechacen los nombramientos en sesiones ordinarias del Congreso en caso de avanzar con las designaciones por decreto.
El envío de los 150 pliegos de jueces para las vacancias en juzgados forma también parte de las negociaciones entre la mesa chica de Balcarce 50 y los gobernadores. Lo mismo aplica para el reemplazo de Eduardo Casal en la Procuración General de la Nación.