Por decisión del presidente Javier Milei, el Archivo General de la Nación (AGN) puso a disposición una serie de documentos desclasificados que incluyen información sobre operaciones nazis en Argentina, así como decretos presidenciales secretos y reservados, ahora a libre disponibilidad de la ciudadanía. Uno de los documentos más destacados contiene archivos reservados y confidenciales que retratan el paso por el país de Josef Mengele, conocido como “el Ángel de la Muerte”, médico tristemente conocido por sus crímenes en Auschwitz.
Los archivos sobre las actividades nazis en nuestro país consisten en alrededor de 1.850 piezas documentales que están organizadas en siete expedientes distintos, consignaron desde el organismo que depende de la Vicejefatura de Gabinete del Interior.
Este corpus fue entregado en copias por el Estado Nacional a pedido del Centro Simón Wiesenthal, que actualmente se encuentra investigando las vinculaciones del banco Credit Suisse con el nazismo. La organización había mantenido una audiencia con el Presidente en febrero de este año.
Tras realizarse el pedido, la AGN realizó un proceso de restauración, digitalización y descripción documental que ahora está dispuesta para ser consultada de manera libre en su página web.
En rigor, este acervo documental confidencial ya había sido desclasificado por la presidencia de Carlos Menem a través del Decreto N° 232/1992, que dejaba sin efecto toda reserva por “razones de Estado” de información “relacionada con criminales nazis”. Aun así, esta misma solo podía consultarse en una sala del Archivo General de la Nación especialmente habilitada. Ahora, cualquier persona podrá acceder a ella vía online y descargarla desde cualquier lugar del país o del mundo.
Además, la AGN también puso a disposición en su página web 1300 decretos presidenciales -de carácter secretos y reservados- producidos entre 1957 y 2005. “Todos estos abordan diversas temáticas, como la compra y venta de armas, las modificaciones presupuestarias, la organización del servicio de inteligencia argentino, y la lucha contra el comunismo en las décadas del sesenta y setenta, entre otros temas relevantes de la historia nacional”, informaron desde el Gobierno.
En el acervo documental se pueden encontrar novedosos decretos como el que establecía cambios en el Estatuto Confidencial para el Personal Civil de la Secretaría de Informaciones de Estado (SIDE), la aprobación del “Plan Militar Continental contra la amenaza comunista” aplicada en 1963, la compra de misiles EXOCET habilitada en 1975, así como la extradición del criminal de guerra nazi Erich Priebke “por su participación en el fusilamiento de 335 personas en Roma”.
Entre los archivos que contienen registros relacionados con la presencia de jerarcas nazis en el país, está el Legajo 7-3772, que en su Carpeta 1 contiene casi 400 páginas con registros documentales que detallan el ingreso de Mengele a Argentina en 1949, su vida en el país bajo una identidad falsa, el intercambio documental entre la Policía Federal Argentina y la SIDE durante su paso a la clandestinidad y la noticia de la exhumación de su cuerpo en 1985 en Brasil.
El documento contiene intercambios entre funcionarios nacionales con jefes de la Policía Federal y encargados de la inteligencia. Luego de conocerse sus antecedentes durante el Tercer Reich, los registros dan cuenta de cómo ingresó a la Argentina en 1949 bajo el nombre de Gregor Helmut; y como en 1956 presentó su partida de nacimiento legalizada para rectificarse como José Mengele. Allí hay expedientes de diferentes personas que cuentan cómo conocieron al médico durante su residencia en la localidad bonaerense de Vicente López; así como plano familiar de su vida con su matrimonio con Marta María Will.
“Referencias obtenidas en diversos sectores de la colectividad alemana, permitieron tomar conocimiento de que fue comandante de Guardias de Asalto y al mismo tiempo médico en el campo de exterminio alemán de Auschwitz”, cuenta uno de los memorándums que fueron redactados meses después de que la República Federal de Alemania solicitara a las autoridades argentinas la extradición de Mengele.
En ese contexto figuran las correspondencias que constatan la búsqueda de Mengele por distintos puntos del país. Algunas notas secretas muestran las sospechas por su supuesto paso por Mar del Plata, las denuncias anónimas (como una que hablaba de que el médico estaba secuestrado en el Balvanera por un agente secreto israelí) o la incógnita por la muerte de Nora Eldodt en Bariloche.
El documento también detalla cómo, ante el aumento de las investigaciones internacionales sobre criminales de guerra en la década de 1950, Mengele se trasladó a Paraguay, donde obtuvo la nacionalidad paraguaya en 1959 bajo la dictadura de Alfredo Stroessner. Sin embargo, la presión internacional lo obligó a seguir moviéndose, cambiando de domicilio regularmente para evitar ser localizado por la inteligencia israelí, que ya venía de capturar al criminal Adolf Eichmann.
Finalmente, Mengele se refugió en Brasil, donde vivió en localidades rurales y trabajó en explotaciones agrícolas. Según los documentos, murió en 1979, presumiblemente ahogado en una playa cercana a Bertioga, aunque su identidad no fue confirmada hasta la década de 1980 mediante exhumaciones y estudios forenses.