Cristina Kirchner dio luz verde para armar una movilización masiva en apoyo a su figura, a medida que avanzan las causas judiciales en su contra. La marcha no tiene fecha, pero sería después de que la vicepresidenta haga su alegato en el juicio oral por el caso conocido como Vialidad.
La idea se empezó a gestar en el núcleo duro desde que se iniciaron las audiencias de acusación del fiscal Diego Luciani, hace tres semanas. Hubo reuniones de organizaciones políticas que responden a la “jefa”, con La Cámpora a la cabeza de las conversaciones y la logística.
Este lunes está previsto que la fiscalía pida una condena con pena de prisión. Cristina Kirchner está acusada de liderar una asociación ilícita y defraudar al Estado por el direccionamiento de obra pública a Lázaro Báez, amigo de la familia y socio comercial de ella y su marido.
Luciani trabajó durante tres años con un equipo de seis personas para sostener las pruebas que expuso durante ocho jornadas. Hubo una especial dedicación, alimentada por la personalidad del fiscal, para hacer efectistas y televisivas sus presentaciones. Digamos que le dio a Cristina de su propia medicina.
El atractivo que generó el proceso es tal que la primera audiencia, transmitida por el canal de YouTube del Poder Judicial, cuenta con casi 650 mil visualizaciones. No es usual que eso pase. El resto de los juicios registra en promedio menos de mil vistas.
“Queremos una movilización que conmueva el escenario político”, dijo un dirigente al tanto de los preparativos. La coordinación de la movida tiene epicentro en el conurbano. La intención es recorrer barriadas y plantear al discusión en plenarios. Es la manera que tiene en kirchnerismo de agitar en el territorio para cuando llegue el momento salir con toda la fuerza a la calle.
Ya hay manifestaciones de ese activismo, como la pintada masiva en paredones de todo el país de la leyenda “Todos con Cristina”. Hubo también una campaña de despliegue de banderas. Una llegó hasta Comodoro Py y la imagen fue subida a las redes por uno de sus abogados, Gregorio Dalbón, focalizado en el barro mediático. Hay expresiones inorgánicas que suman al clima, como las convocatorias del juez K Juan Ramos Padilla y el médico Jorge Rachid, asesor de la gobernación de Axel Kicillof. Van de plaza en plaza. Estuvieron en Parque Centenario y la semana que viene llevan su función a Parque Chacabuco.
Según el cronograma dispuesto por el Tribunal Oral Federal 2, Cristina Kirchner quedó sexta para hacer uso de la palabra en la lista de 13 acusados. El primero de la ronda es Báez. Cada uno tiene hasta tres audiencias para desplegar su alegato, lo que impide saber exactamente en qué fecha le toca a cada uno. Pero el turno de la vice podría ser entre septiembre y octubre.
El 17 de octubre, Día de la Lealtad, cae lunes, y ese día hay jornada prevista (quedó estipulado que sean lunes, martes y viernes). Sería el combo perfecto para la épica peronista.
La modalidad del juicio es virtual, con lo cual los participantes –incluido ella- no tienen que asistir a Comodoro Py.
Se vienen semanas complicadas en el frente judicial. La Cámara de Casación fijó para el 4 de octubre una audiencia preliminar para analizar si reabre el caso Hotesur-Los Sauces. Es la investigación sobre lavado de dinero que involucra al patrimonio familiar. El fiscal Mario Villar pedirá que se revoque el sobreseimiento que resolvió el Tribunal Oral Federal 5, con los votos de Adrián Grünberg y Daniel Obligado. Adriana Paliotti, quien se opuso y fue recusada por la defensa, acaba de ser confirmada en su cargo estos días.
El fallo que benefició a Cristina Kirchner fue escandaloso porque impidió que se realice el juicio oral. Directamente se anuló esa posibilidad. Lo que se discute ahora es dar marcha atrás con esa medida.
En el kirchnerismo están en alerta también por Máximo Kirchner. Si bien no está imputado en el caso Vialidad y el resto de los expedientes vinculados a la gestión, su nombre aparece mencionado en los mensajes de José López y eso podría tener impacto. El Iphone del ex secretario de Obras Públicas aportó información a Luciani para contextualizar la dinámica de la toma de decisiones y determinar la consulta directa a la entonces presidenta sobre los fondos a Austral Construcciones.
Cristina Kirchner aspira un “17 de octubre” a medida. Así como Perón tuvo su peregrinación popular a Plaza de Mayo para pedir su liberación, ella traza un paralelo imaginario que une el 45′ con su presente. Siempre se relata a sí misma con perspectiva de prócer, por eso llegó a afirmar que “la historia” ya la absolvió.
Tiene el propósito de alinear al peronismo detrás suyo. Es un misterio qué margen le dará a Sergio Massa para despegarse de su agenda. De hecho, nunca el ministro de Economía se refirió a los casos de corrupción que la acechan y, para peor, se lleva bien con jueces y fiscales que impulsaron esas investigaciones en la etapa de instrucción.
Se verá si durante el alegato intenta una defensa jurídica o guarda algún as en la manga, porque hasta ahora su argumentación ha sido política. Persecución y lawfare.
La certidumbre de que su suerte judicial está sellada la hizo llevar su disputa a la calle. O a las urnas. Cada vez son más en su entorno los que se ilusionan con que sea candidata en 2023, aunque sepan que difícilmente pueda ganar.