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PLAN AGUANTE

El plan "aguantar hasta el Mundial" de Alberto Fernández para frenar la presión por eliminar las PASO

El Presidente quiere resistir el avance K para sacar las primarias. Hay plazo de un mes, hasta el 30 de noviembre, para tratar el proyecto.

El plan "aguantar hasta el Mundial" de Alberto Fernández para frenar la presión por eliminar las PASO

Máximo Kirchner terminó de orquestar el operativo para intentar acorralar a Alberto Fernández en el almuerzo que el miércoles de la semana pasada encabezó en La Plata junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y del que participaron caciques del Conurbano bonaerense.

Entre ellos había algunos funcionarios nacionales, como el renunciante Jorge Ferraresi, quien horas después aceleró su salida del Gabinete, un gesto que no cayó bien en Casa Rosada. Fue, en definitiva, el primer capítulo de una saga de ataques que irá in crescendo y que tiene como objetivo desgastar al Presidente hasta que ceda y acompañe el proyecto para derogar las PASO. Lejos de eso, tanto el jefe de Estado como los diputados que responden a los movimientos sociales se mantienen firmes en el rechazo a la iniciativa y encuentran en el escaso margen de tiempo a un aliado adicional.

Es que hasta el 30 de noviembre, cuando cierra el período de sesiones ordinarias, el proyecto puede ser tratado e impulsado en las comisiones y el recinto de la Cámara de Diputados. A partir de esa fecha, depende de la voluntad del Presidente de convocar a Extraordinarias y, en ese caso, incluirlo en el temario de temas, algo que resulta impensado dada su postura de “no tergiversar los procesos electorales en marcha”.

Más allá de la formalidad, es un hecho que el inicio del Mundial de Qatar (del 20 de noviembre al 18 de diciembre) correrá el centro de atención de la política. Ante estos acontecimientos, el Congreso suele entrar en un virtual receso, dada la dificultad que se afronta para reunir los votos y lograr la aprobación de cualquier iniciativa. Un proyecto tan polémico como implica modificar las reglas electorales a menos de diez meses de su realización -las PASO están previstas para el segundo domingo de agosto- resulta todavía más complejo, dado que hay diputados que, sin mostrarse en contra en público, aclaran que sólo tendrían la motivación de votar en forma afirmativa sólo si hay unanimidad en el bloque.

El caso testigo es Eduardo Valdés, un ultra K amigo de Fernández, que había dicho que las PASO fueron "una de las mejores cosas que hizo el kirchnerismo" pero que igual se plegaría a la voluntad de la mayoría del bloque, este jueves redobló su planteo y pidió enfocarse en los puntos donde sí hay acuerdo: “En lugar de modificar las PASO, deberíamos hacer que sean 20 días antes de la general, porque esa cosa de agosto a octubre es una enormidad”.

Con todo, el Presidente sabe que en las próximas tres semanas recibirá cada vez más presión dentro del Frente de Todos, pero se apoyará en el debate público en la postura de sectores cercanos que, tal como dio cuenta Clarín desde principios de este mes, ya se manifestaron en contra de derogar las PASO. Como el FdT no presentó proyecto propio, en consecuencia, el plan es aguantar hasta el Mundial. Después no habrá margen de tiempo para aprobarlo antes de ingresar al año electoral.

Al menos por ahora, la movida de La Cámpora, apalancada por los gobernadores y por el Frente Renovador, no logró torcer voluntades. La celeridad con la que, luego de aprobado el Presupuesto 2023, presentó el proyecto Luis Di Giácomo, del bloque de Provincias Unidas y referenciado en el senador -y ex gobernador de Río Negro- Alberto Weretilneck, un amigo de Massa, no colaboró porque el clima adverso que genera en la opinión pública juega a favor de los que se oponen.

En palabras de un albertista, “por primera vez en mucho tiempo los medios coinciden con Alberto”. Descontando que Cristina Kirchner no lo volvería a ungir como único candidato, el Presidente necesita la herramienta de las primarias para mantener la expectativa de conservar el poder y evitar así que se agudice el efecto “pato rengo” que lo aqueja -con mayor intensidad- desde que la vicepresidenta ordenó el golpe palaciego con la renuncia a “disposición” de su tropa.

Las organizaciones sociales tampoco dan señales de revisar su posición.

El Movimiento Evita, que mantiene un histórico enfrentamiento con La Cámpora que se exacerbó en el último tiempo por su apoyo a Fernández, se planta fuerte en la discusión. Cuenta con dos diputados (Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli), y dos secretarios de Estado que ya resistieron varios embates K, como Emilio Pérsico (Economía Social) y Fernando “Chino” Navarro (Relaciones con la Sociedad Civil). Este último, volvió a cargar duro este viernes, en diálogo con Clarín. "A nosotros nos parece que las PASO hay que mantenerlas, es el instrumento más idóneo que tiene la democracia para dirimir ideas y candidatos. En esta crisis que vive la política, a nivel global, en la región y particularmente en la Argentina, sería un grave error prescindir de las PASO".

Luego, si bien dejó abierta la posibilidad a retrasar su realización, un plan B, que tal como contó Clarín este jueves podría tener amplio acuerdo, le pasó la responsabilidad a quienes lo impulsan para que expliquen los motivos de cualquier cambio. “Después si se posterga o no la fecha es otra cuestión que no tiene la misma entidad y si hay consenso entre todos no lo objetamos. También nos parece válido que sea el Congreso el ámbito para discutir esta cuestión y exponer cuáles son las causas para modificar el sistema de primarias, si son de política ó de mera conveniencia electoral del momento", reforzó.

Pensando más en los intereses de su agrupación que en los deseos del Presidente, Juan Carlos Alderete, quien junto a Verónica Caliva representa a la Corriente Clasista y Combativa en el bloque del FdT en Diputados, ratificó su rechazo ante la consulta de Clarín. "Estamos de acuerdo en que haya menos tiempo entre las PASO y las generales, pero siempre que no se suspendan", advirtió.

En la misma línea, el coordinador Barrios de Pie a nivel nacional Daniel Menéndez, funcionario de Desarrollo Social, que cuenta con la diputada Natalia Souto, apuntó a este diario que "no parece correcto el argumento de que si se hace algo con las PASO el Frente de Todos pueda mejorar la situación electoral". "Si no mejoramos el contexto, es inentendible pensar que con alguna alquimia mejoramos el rendimiento electoral", consideró.

A eso se suma que otros dirigentes, críticos a la gestión de Fernández, también se desmarcaron de los K y avisaron que quieren internas: uno de ellos es el referente del Frente Patria Grande Juan Grabois, quien avisó días atrás que no descarta presentarse como precandidato a presidente para ser una "alternativa" a una figura de centro como Massa.


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