El crimen de Kim Gómez, la niña de siete años asesinada en La Plata, profundizó la disputa política entre el presidente Javier Milei y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En una conferencia de prensa, el mandatario bonaerense defendió la respuesta de su gobierno al caso, asegurando que el responsable fue detenido de inmediato y criticó a quienes, según él, buscan "lucrar con el dolor" para obtener rédito político.
Sin embargo, las declaraciones de Kicillof recibieron una dura respuesta por parte de Milei, quien lo acusó de sostener una "doctrina prodelincuentes" y lo responsabilizó por la ola de inseguridad en la provincia. En un posteo en su cuenta de X (antes Twitter), el Presidente calificó a Buenos Aires como un "baño de sangre" y sostuvo que su gobierno podría resolver la crisis de seguridad en un año si se le permitiera intervenir la provincia.
Además, Milei fue más allá y pidió la renuncia de Kicillof, argumentando que su incapacidad para gestionar la provincia pone en riesgo a los bonaerenses. "Si no pudo administrar un bar, menos una provincia", disparó el jefe de Estado, reforzando la tensión entre Nación y Provincia en un contexto de creciente conflictividad política.
El cruce entre ambas figuras subraya las diferencias ideológicas en materia de seguridad y gobernabilidad. Mientras Kicillof enfatiza la necesidad de justicia dentro del marco institucional, Milei insiste en una política de "tolerancia cero" inspirada en modelos como el de Giuliani en Nueva York. En medio de la disputa, la inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de los ciudadanos bonaerenses, que exigen soluciones más allá de la confrontación política.
BAÑO DE SANGRE EN PBA Y LA INCOMPETENCIA DE KICILLOF
— Javier Milei (@JMilei) February 28, 2025
.@Kicillofok Gobernador, en primer lugar, quiero señalarle que no se puede trabajar con alguien como Ud. que cree que los delincuentes son las víctimas mientras nosotros creemos que los delincuentes son los malos y el que las…