Si bien no mostró la paridad de su vecina Neuquén, la elección de Río Negro terminó siendo más equilibrada de lo pensado en la previa. No obstante, le alcanzó al oficialista Alberto Weretilneck para imponerse por 16 puntos de ventaja sobre el candidato de Juntos por el Cambio, Aníbal Tortoriello. Sólo votó el 64% del padrón habilitado, 10 puntos porcentuales menos que en 2019.
Así, Weretilneck, que alcanzaba este domingo el 40% de los votos, accederá a su tercer mandato como gobernador de Río Negro, tras hacerlo de 2012 a 2019, y luego de cuatro años de período de Arabela Carreras, la actual mandataria, también del frente Juntos Somos Río Negro.
Con el 75% escrutado de manera oficial, Weretilneck, sumando su lista y la colectora K que lo apoya, llegaba al 40%, 16 puntos más que Aníbal Tortoriello, el candidato de Juntos por el Cambio, que oscilaba el 24%. Tercera quedó Silvia Horne, del Movimiento Evita, con el 11,3% y cuarto Ariel Rivero, que responde a Javier Milei, con el 9,7%.
Si bien el peronismo fue partido, con tres listas diferentes, Weretilneck terminó sumando el apoyo de la colectora de La Cámpora, tras un acuerdo que cerró con el senador Martín Doñate y que a nivel nacional promovió Eduardo de Pedro.
Esa alianza, la denominada Nos Une Río Negro, le sumaba más de un 9% al candidato. Dentro de su propia boleta, además, Weretilneck contó con el respaldo de un sector del radicalismo, que no presentó postulante a la gobernación.
El kirchnerismo fue partido a la elección, ya que el ministro de Justicia Martín Soria y su hermana María Emilia, intendenta de General Roca, apoyaron la lista de la candidata del Movimiento Evita, Horne.
Además, la jefa comunal roquense, que fue reelecta hace poco hasta 2027 se sacó una foto la semana pasada con el cambiemita Tortoriello. En el bunker de Weretilneck, en Cipolletti, había coincidencia en cuestionar ese apoyo implícito, que, aseguran, le habría sumado votos a quien terminó segundo el comicio.
Los Soria están enfrentados a Weretilneck desde la muerte de su padre, Carlos, en 2012, cuando había sido electo gobernador. Como su Vice, Weretilneck asumió el cargo y se mantuvo durante dos períodos, dejando el legado luego a Carreras.
El ministro de Justicia, Martín Soria, enfrentado con La Cámpora por cómo jugó el kirchnerismo en la elección rionegrina. Foto: Juan Manuel Foglia.
Cuarto en la elección, detrás de Horne, terminó el intendente de Campo Grande, Ariel Rivero, al que apoyó a nivel provincial Javier Milei. En línea con los votos que sumó el libertario Carlos Eguía en Neuquén, Rivero se acercaba al 10% anoche, al cierre de esta edición. Otras cinco listas completaban las candidaturas a gobernador.
Si bien el triunfo de Weretilneck fue claro, no fue tan holgado como se preveía, especialmente si se lo compara con 2019, cuando Carreras ganó con el 52% y de la última performance del ahora gobernador, que también superó el 52% en 2015.
El peronismo, en tanto, fue partido con La Cámpora apoyando a Weretilneck y alcanzando un 9%, más Horne que sumó un 12% y Gustavo Casas, el otro candidato justicialista, superando los 5 puntos. Los críticos de esa decisión planteaban que era la elección más floja del PJ a nivel provincial desde 1991, cuando logró el 26,95%.
El oficialismo rionegrino se impuso en la mayor parte de las localidades de la provincia, aunque con margen ajustado en algunos puntos clave, como Cipolletti, donde Juntos por el Cambio anoche peleaba por la intendencia, perdiendo por tres puntos de distancia la candidata Valeria Lo Cacciato respecto a Rodrigo Buteler, el ministro de Gobierno provincial, que se convertía en intendente.