Cayó la fuerza política que parecía imbatible en Neuquén. Por menos de tres puntos y más de 10 mil votos, Rolando Figueroa consiguió terminar con seis décadas de hegemonía del Movimiento Popular Neuquino. Díscolo de ese partido, habrá que ver si como gobernador rearma esa estructura bajo su liderazgo aunque de cualquier modo logró derrotarlo desde afuera.
Ex vicegobernador y actual diputado del MPN, Figueroa se desprendió del espacio liderado por Jorge Sapag y armó el frente Neuquinizate. Mauricio Macri lo apoyó luego de una reunión en el country Cumelén, de Villa La Angostura, una decisión que en principio generó discusión interna -Patricia Bullrich expresaba reparos- por la ruptura de Juntos por el Cambio en el distrito.
Horacio Rodríguez Larreta lo respaldó y este domingo hubo cierta disputa por quién podía atribuirse la victoria en el PRO. Cerca del jefe de Gobierno porteño desestimaron el acompañamiento del ex presidente y de la titular -con licencia- del PRO. Los tres celebraron el triunfo por redes sociales.
El Frente de Todos salió tercero, lejos
Con un armado en el que sumó nueve colectoras para diputados provinciales -además de la del PRO, listas integradas por peronistas, radicales, socialistas, del Frente Grande y el Movimiento Evita-, Figueroa provincializó la campaña -no se mostró con referentes nacionales- y articuló un discurso crítico por el desgaste de la gestión de Omar Gutiérrez, la suba de los índices de pobreza (38,4%) y de inseguridad en Neuquén, y las carencias en viviendas y servicios en contraste con la riqueza de Vaca Muerta.
“No queremos derrame, queremos que los neuquinos tengamos el plato principal de lo que generamos. Vamos a revertir las injusticias”, volvió sobre el discurso de campaña entrada la noche, en el festejo con su compañera de fórmula Gloria Ruiz, intendenta de Plottier.
Marcos Koopmann, actual vicegobernador y candidato derrotado, había elegido cuestionar al Gobierno por la inflación y endilgarle el aumento de la pobreza, cargar contra el kirchnerismo y Juntos por el Cambio y asociar a Figueroa a la figura de Macri. El MPN conservó la intendencia de la capital: Mariano Gaidó consiguió su reelección. En ese distrito, con el 40% del electorado, Figueroa se impuso por seis puntos. Resultados disímiles en parte posibles por la boleta única electrónica.
¿Figueroa rearmará el MPN?
El partido histórico también metía buena cantidad de legisladores. Restaba el cálculo fino por la cantidad de colectoras, pero en principio el espacio de Figueroa no tendrá mayoría propia. La pregunta ya resuena en esta provincia es si el ganador rearmará el MPN bajo su jefatura o hasta qué punto conformará un nuevo espacio más amplio.
En el MPN se mostraban confiados en la previa y desestimaban el escenario de polarización al que apostó el gobernador electo. Figueroa se cuidó de no criticar al partido sino a la línea interna liderada por Sapag y desplegó una estrategia para atraer al voto útil ante el descontento por la permanencia del espacio en el poder y la crisis económica.
“Perdió el oficialismo y ganaron todos los neuquinos”, rechazó Figueroa referirse a la derrota histórica del MPN. “Para que nos vaya bien hay que dejar las cosas que están bien y cambiar las que están mal”, repitió otro de los ejes de la campaña. Con ese posicionamiento alcanzó el 35%, y el resto de las opciones opositoras quedaron por debajo.