Durante los últimos días se viralizaron algunos videos de alto contenido sexual filmados en una fiesta clandestina realizada en la localidad tucumana de Yerba Buena, donde se identificó la presencia de menores de edad. Luego de que la Justicia inició una causa por corrupción de menores, se realizó un allanamiento en el que la Policía local secuestró importante evidencia.
Los videos se registraron en una vivienda particular hace, aproximadamente, dos semanas. En las imágenes se puede observar cómo dos strippers bailan en un escenario, mientras se van quitando algunas prendas, al tiempo que interactúan con el público.
Después del show, la pareja de bailarines comenzó a mantener relaciones sexuales en una mesa de pool. Sin embargo. lo más grave de la situación es que, entre los presentes, había tres niños de 9 y 10 años.
Días después, el material llegó al personal de la comisaría de Yerba Buena, desde donde dieron comienzo a una investigación que coordinó el oficial Luis Molina y los comisarios Walter Colombres, Daniel Ruiz y Joaquín Girbeaux. Lo primero que se hizo fue tratar de establecer si el material había sido filmado en dicha localidad. Una vez confirmado, se dio aviso a la fiscal Estela Giffoniello, que se encuentra subrogando la Unidad Fiscal de Integridad Sexual III, a los fines de iniciar una investigación de oficio.
Lo que siguió fue rápido: identificaron la propiedad donde se habían grabado las imágenes y la allanaron el viernes 27 de mayo por la tarde.
La propiedad se encuentra ubicada en el “Pasaje Sin Salida”, en la zona que se conoce como la “Plaza Vieja”. “Tiene la fachada de una casa familiar que, durante el día, funcionaba como local de pool. Pero hacer este tipo de eventos nocturnos, lo camuflaban o lo cerraban con polietileno de color negro", explicó uno de los investigadores.
En la requisa del domicilio, los investigadores sacaron fotografías para comparar con las imágenes del video. También reconocieron las mesas de pool, donde la pareja de strippers tuvo relaciones después del espectáculo, y las pulseras que los propietarios del lugar les habrían colocado a sus clientes. “Son pulseras de colores. Se conseguían a través de una preventa que, estimamos, se realizaría por las redes sociales”, indicó la misma fuente.
Además, se secuestraron dos teléfonos celulares que todavía se encuentran a la espera de un análisis. Los dueños de la vivienda fueron identificados pero, hasta el momento, no fueron acusados formalmente de ningún delito. La investigación permanece abierta a fin de identificar a los menores y lograr que los padres realicen una denuncia.