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DRAMÁTICO

Estaba por casarse con su amor de la primaria, entró a una clínica por un dolor abdominal y salió muerta

Katerina tenía 19 años y estaba planeando su boda con el chico que conocía desde cuarto grado.

Estaba por casarse con su amor de la primaria, entró a una clínica por un dolor abdominal y salió muerta

El 26 de enero de 2021 Katerina Azor ingresó a una clínica de la localidad bonaerense de Pilar por un dolor abdominal. Tras cuatro días internada, donde los médicos nunca dieron un diagnóstico certero, la joven de 19 años murió. Su familia denuncia que de parte del centro médico no les dieron respuestas sobre qué le pasó y aseguran que se trató de un caso de mala praxis.

Katerina acababa de terminar la escuela secundaria. Se había graduado de técnica química y hacía un tiempo había comenzado a estudiar criminalística en Gendarmería. Era una chica muy alegre y llena de proyectos. “Se estaba por casar con su novio desde cuarto grado, el amor de su vida”, dijo su mamá, Roxana Dangelo.

A mediados de diciembre de 2020, la joven empezó a tener reiterados cuadros de fiebre e inflamación en las piernas. En la Clínica Nuestra Señora de Fátima siempre le daban las mimas respuestas: como ella tenía problemas en la tiroides y tomaba medicación, le adjudicaban los síntomas a un tema hormonal.

Como su familia desconfiaba, empezaron a consultar con endocrinólogos. Tenía que hacerse estudios a fines de enero, pero todo se adelantó con el agravamiento del cuadro.

 

La joven de 19 años murió el 31 de enero de 2021. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

La joven de 19 años murió el 31 de enero de 2021. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

El día 24 comenzaron a visitar varios especialistas. Anginas, covid y hasta un posible embarazo fueron las hipótesis de los médicos que no daban con el diagnóstico.
La internación de Katerina en la clínica

Según su familia, la obra social VíaSano se negaba a atenderla porque solo recibía pacientes por teléfono y fue así como nuevamente volvió a la Clínica Fátima. “El médico me dijo que estaba todo bien, que él veía que la nena tenía todo bien. Me dijo que iban a dejarla internada para ponerle suero, levantarla un poco y poder hacerle todos los chequeos para que no esté yendo y viniendo”, detalló Roxana.

Pero al día siguiente todo empeoró. Dangelo se acercó al centro de salud porque su hija le había pedido que la saque de ahí porque le había dolido la panza toda la noche y el médico nunca apareció. “Cuando llego me frena la enfermera. De manera altanera me dijo que le ponga un alto a mi hija que se la había pasado a los gritos toda la noche. Me pidió que pusiera voz de mando para ponerle un alto”, relató la mujer.

 

Katerina estuvo internada 4 días en la clínica Nuestra Señora de Fátima de Pilar. (Foto: Google Street View)

Katerina estuvo internada 4 días en la clínica Nuestra Señora de Fátima de Pilar. (Foto: Google Street View)

La situación comenzó a ser tirante porque Roxana estaba segura de que el dolor de su hija era real. A las horas finalmente se acercó el médico para revisarla y también se sumó el cirujano. Ahí le informaron que le iban a “meter una camarita al costado del ombligo” porque querían averiguar un poco más sobre eso que “no podían encontrar”.

Así, Katerina ingresó al quirófano y al salir le informaron a su mamá que la intervención fue exitosa y que habían encontrado “un líquido atrás del apéndice que no correspondía a ese lugar”. Le aseguraron que ese órgano estaba “un poquito inflamado”, pero que era “algo sin importancia”.

Falta de diagnóstico, un extraño procedimiento y la salud que desmejoraba

La película de terror acaba de empezar. La joven salió de la operación, fue directamente a terapia intensiva y todo comenzó a desplomarse. “Al día siguiente el médico me llamó y me dijo que la tenían que derivar porque era candidata a un trasplante. Tenía que llevarla a un centro de alta complejidad y hasta ya había hecho toda la historia clínica para entregársela a la obra social para que, en carácter de urgencia, busquen un lugar porque ahí no la podían tener. Él quería que se la lleven y nunca me supo decir de qué era el trasplante que necesitaba”, detalló la mujer.

“Me dijo que podía ser mononucleosis, me preguntó si alguna vez había tenido hepatitis, me dijo que el hígado había dejado de funcionar, que los riñones también estaban dejando de funcionar, mi hija ya no orinaba, pero insistían en que era un virus que desconocían”, recordó entre lágrimas.

Su mamá denuncia mala praxis. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

Su mamá denuncia mala praxis. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

La obra social no dio respuestas y la familia comenzó a buscar desesperada una solución. En un corto tiempo visitaron hospitales y clínicas buscando dónde llevar a Katerina hasta que VíaSano avisó que enviaba una ambulancia para trasladarla hasta el hospital de Clínicas. “Estábamos desesperados porque el médico decía que ya la habían intubado y que nosotros estábamos a contrarreloj”, lamentó la mujer.

“La ambulancia tardo más de dos horas y cuando llegó nos dijeron que no era viable, que si la llevaban no llegaba, que me quede tranquila porque ellos iban a guardar el lugar hasta que ella esté en condiciones”, explicó.
El fallecimiento de Katerina

El 31 de enero a las 00:30 Katerina murió. “Nos llamaron y cuando subimos el terapista estaba llegando. Mi hijo le pregunto si estaban haciendo todo lo posible por la hermana y él, fríamente, le respondió: ‘no sé, yo ahorita llegué, la chica falleció'”.

En medio de la desesperación y la angustia, el joven subió hasta las habitaciones de terapia y se encontró con la enfermera en medio de un ataque de nervios . “No se podía sostener en pie y pedía que vayan los médicos, pero estaba sola”, contó Roxana. “Conmigo no salió a hablar ningún médico, ni a decirme que pasó”, remarcó.

La denuncia de los familiares

En medio del dolor, la familia realizó la denuncia por averiguación de ilícito y la Justicia ordenó la autopsia. “La fiscalía 3 de Pilar se llevó la historia clínica en ese momento, pero recién después de 14 meses pude leer el expediente y me enteré que el resultado dio que mi hija murió por una peritonitis”.

“Ellos lo querían hacer pasar como que ella tuvo una hepatitis fulminante o que era algo del hígado. Le quitaron el apéndice y eso el cirujano jamás me lo dijo”, aclaró y añadió que “en el informe médico pusieron que murió de un shock séptico y de una infección intraabdominal”.

El dolor de la familia por el fallecimiento de la joven y el pedido de justicia. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

El dolor de la familia por el fallecimiento de la joven y el pedido de justicia. (Foto: gentileza Roxana Dangelo)

A raíz de lo que sucedió, la familia comenzó su propia investigación. Al principio el fiscal Camafreitas, a cargo de la causa, quería cerrarla porque consideraba que “hicieron todo bien” en el centro médico. “Le pedí que me explique qué era lo que tenía mi hija porque hasta el día de hoy no lo sé. Entonces ahí me respondió: ‘no, yo soy fiscal, no médico’”

A la denuncia de Roxana se sumaron varios testimonios que aseguran haber sido víctimas de mala praxis en la clínica y creen que hay encubrimiento por parte del municipio.

La mamá de la joven recordó una movilización que realizaron hace unos meses frente al establecimiento para pedir explicaciones, pero las autoridades no la recibieron. ”Pedí que bajen los médicos Rodolfi y Lafourcade para que me digan que tenía mi hija, pero me cerraron la puerta en la cara y desde el segundo piso se nos mataban de risa”.

Hasta ahora la causa sigue con la misma caratula: averiguación de causales de muerte. “Se está trabajando, lento, pero se esta trabajando. El fiscal me tendría que haber dicho todas estas cosas que nunca me dijeron, hay cosas que omitieron en la historia clínica y cosas que yo no sabía y están”, explicó Roxana quien aseguró que desde aquel fatídico día sus vidas cambiaron para siempre. “El papá de mi nena se empastilló, no quería vivir. Perder un hijo así es muy duro, nos arrebataron a nuestra hija en horas”, sentenció.

(Foto: Facebook Roxana Dangelo)

(Foto: Facebook Roxana Dangelo)

Sin embargo, la familia de Katerina no baja los brazos. “Yo le jure a mi hija que le iba a conseguir justicia y ella sabe, desde donde está, que a las promesas siempre se las cumplí. Yo no quiero que a otra mamá le vuelvan a quitar un hijo como a mí en ‘la clínica de la muerte’, como le dicen”. “Katerina era un ser humano y tengo derecho a saber qué le pasó”, sostuvo.
La palabra de la clínica

En comunicación con la Clínica Nuestra Señora de Fátima de la localidad de Pilar y desde el establecimiento aseguraron que entregaron todo el contenido de la historia clínica a la Justicia y están a la espera de lo que se dictamine.

“En este tipo de casos no ocultamos nada, estamos dispuestos a entregar siempre a entregar todo lo que sea necesario”, precisó el director médico Antonio Norkus.

Además, remarcó que consideran que su accionar “fue correcto” y contradijo la versión de la familia sobre la falta de diagnóstico en la paciente. “Los informes se dieron en forma diaria y se les dijo durante el tiempo de internación lo que la paciente tenía. El relato de ellos puede ser desde el sentido de la insatisfacción”, argumentó.

En relación a los médicos involucrados, aseguró que “cuando la Justicia dictamine se evaluará qué medidas tomar”.


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