La posibilidad de que en los próximos años vayamos a convivir con nuevas epidemias está latente, según se afirmó hoy en la primera jornada del XXII Congreso de la Sociedad Argentina de Infectología, en Buenos Aires. Hay factores ambientales, sociales y económicos que están modificando condiciones que favorecen su aparición.
“Las amenazas ambientales en general y las que representan las enfermedades emergentes y reemergentes van a seguir, de hecho, apareciendo y apareciendo”, sostuvo Alfonso Rodríguez Morales, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (Slamvi) y coautor del último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por su nombre en inglés).
Enfermedades ya conocidas, según evaluó, podrían volver a generar brotes con potencial epidémico. Se refirió al escenario que deberán enfrentar los países a través de sus sistemas sanitarios de sostenerse las condiciones que promueve la aparición y reaparición de enfermedades, que en muchos casos están desatendidas.
“En el futuro –señaló– vamos a volver a ver en América Latina epidemias de chikungunya, zika, otros coronavirus y, lo más importante a tener en cuenta en un futuro cercano, es la reaparición de influenzas zoonóticas, en especial la aviaria con todas sus variedades conocidas que afectan al ser humano y las que podrían aparecer”.
Múltiples causas
¿Cuáles son los factores que están contribuyendo con ese diagnóstico de situación? “Son múltiples”, afirmó Rodríguez Morales, que también es presidente de la Asociación Colombiana de Infectología. Incluyó no solo el cambio climático, impulsado especialmente por las actividades humanas, sino también las migraciones, la pobreza, una mayor interacción en las zonas rurales con las especies silvestres, la deforestación, la cacería y venta de animales, y el crecimiento urbano descontrolado. “Estas condiciones van a influir sin duda en la reaparición de nuevas y viejas enfermedades que van a afectar al ser humano”, agregó.
Y las enfermedades de transmisión vectorial, como el dengue, son apenas uno de los grupos que preocupan, según coincidió minutos antes, con Tomás Orduna, jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz y expresidente de la Slamvi. “Están, también, las infecciones con otras vías de contagio, como las respiratorias, que concentran una mayor preocupación global por su potencial pandémico”, precisó a este medio.
Ante un auditorio con gran convocatoria en una de las salas de un hotel de Puerto Madero, Rodríguez Morales repasó los resultados de los análisis de datos de grupos especializados en cambio climático y amenazas para la salud humana, animal y vegetal. Citó que el seguimiento de esa información indica que se están ampliando las áreas de distribución de las enfermedades infecciosas, tropicales y zoonóticas: el aumento de la temperatura global está reduciendo el tiempo de incubación de los patógenos y modificando las temporadas de transmisión.
“El cambio climático, del que la evidencia científica es aplastante, va a cambiar la dinámica de la transmisión en las enfermedades por vectores (como los mosquitos o las garrapatas)”, apuntó el profesional invitado.