El exsenador y referente del PRO Esteban Bullrich realizó su primera publicación en las redes sociales tras recuperarse de la descompensación que lo llevó a ser internado en terapia intensiva. Y el contundente mensaje conmovió a sus seguidores: “Dios no ha terminado su trabajo conmigo aún”. Cabe recordar, que elexministro permanece en el Hospital Universitario Austral bajo tratamiento por neumonía.
En este contexto y mientras continúa su recuperación, Bullrich compartió una frase de Jesse Jackson, pastor y activista cívico y escribió: “Muchas personas de mis equipos me han escuchado muchas veces repetir la cita. Quizás ahora, con un sentido más espiritual, es la huella mucho más visible del cincel”.
De esta manera, el exsenador, que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), reapareció públicamente con un mensaje de esperanza.
Según el último parte médico oficial, "continúa internado en la Unidad de Cuidados Intensivos, estable, bajo tratamiento por neumonía, con ventilación mecánica y se le ha retirado la sedación. Se encuentra despierto e interactúa con sus familiares".
¿Qué es Esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad que padece Esteban Bullrich?
Se definen enfermedades ELA a aquellas que afectan a las neuronas motoras que se localizan en el cerebro y en la médula espinal. Al tratarse de células nerviosas que controlan el funcionamiento de los músculos, los mensajes que estas mandan al cerebro dejan de llegar gradualmente a los órganos fibrosos, lo que provoca debilidad, rigidez y atrofia.
De acuerdo con la Asociación Esclerosis Lateral Amiotrófica Argentina, este padecimiento es “una condición que limita la vida en forma progresiva y que puede afectar el caminar, el habla, la deglución y la respiración”. Además, en la actualidad no tiene cura, pero los síntomas pueden tratarse para mejorar la calidad de vida.
Esta enfermedad que tiene Esteban Bullrich también la padeció el famoso científico Stephen Hawking. De hecho, se volvió muy famoso a causa de su discapacidad asociada a la ELA, la cual le fue diagnosticada a los 21 años y convivió con ella hasta los 76.
