Expoagro, una de las ferias agroindustriales más importantes de Argentina, cerró una edición histórica con una asistencia récord de 220.000 personas y anuncios económicos que marcarán el futuro del sector. El presidente Javier Milei reafirmó su compromiso de eliminar progresivamente las retenciones al agro, condicionado a la consolidación del equilibrio fiscal.
Ante un auditorio repleto de productores y empresarios, Milei aseguró que “hasta que lleguen a cero, seguiremos bajando las retenciones”. Su mensaje generó aplausos y expectativas, pero también dudas sobre la sostenibilidad de la medida.
Hasta ahora, los productores asistentes elogiaron las decisiones económicas del Gobierno, destacando la reducción de impuestos y la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, algunos expresaron preocupación por el estilo confortativo de Milei, sugiriendo que se necesitan más consensos para lograr cambios estructurales.
La exposición, que reunió a más de 200.000 personas, también evidenció el fuerte interés en nuevas tecnologías como drones y herramientas digitales, reflejando la necesidad de mayor eficiencia en el sector agropecuario.
El objetivo es eliminar las retenciones
El debate sobre las retenciones al agro dominó el Foro Económico de Expoagro 2025, del que participaron varios especialistas. En este sentido, el economista Carlos Melconian advirtió que la eliminación total de las retenciones será un proceso gradual y selectivo y precisó que "la soja va a seguir en capilla", señalando que no todos los cultivos serán beneficiados de inmediato.
Por su parte, Salvador Di Stefano explicó que Argentina atraviesa un escenario de abundancia de dólares y escasez de pesos, lo que permite bajar impuestos pero también plantea desafíos en el acceso al crédito y costos productivos. En el mismo foro, David Miazzo destacó que la estabilidad macroeconómica y la reducción de tasas de interés son señales alentadoras para el agro. "Si la estabilidad llegó para quedarse, ya no haría falta esperar una devaluación para vender", señaló.
En cuanto a este punto, el ministro de Economía, Luis Caputo -quien también visitó la muestra- hizo un repaso de los logros del Gobierno y de las medidas que se tomaron vinculadas al agro, donde la reducción temporal de un 20% en los derechos de exportación de los cultivos principales y un 25% en los derechos de exportación de la carne bovina, porcina y aviar aparecen como las más destacadas. Detalló además que “el campo lidera la lista de sectores beneficiados por la baja de impuestos”.
Queda claro que reducir las retenciones requiere un trabajo conjunto en varios frentes. La carga impositiva sigue siendo un problema estructural que afecta la competitividad del sector, y si bien la reducción de impuestos es un alivio, el agro aún enfrenta una fuerte presión tributaria.
El financiamiento es otro desafío central, ya que con tasas de interés aún elevadas, los productores deben buscar estrategias para acceder a crédito en mejores condiciones. La posibilidad de contar con herramientas financieras más flexibles permitiría una mayor inversión en tecnología y productividad. Algunas mejoras se vieron en esta edición de la muestra.
La simplificación regulatoria es otro punto clave. La burocracia excesiva sigue siendo un obstáculo que ralentiza el crecimiento del sector, y la necesidad de digitalizar trámites y eliminar normas redundantes fue un reclamo constante durante la feria. Si bien es verdad que el Gobierno trabaja fuerte en este punto bajo la órbita del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, todavía quedan muchas normativas que deben ser revisadas, en particular en el sector de la agro exportación.
Durante la muestra -que se vio atravesada por lo ocurrido en Bahía Blanca la semana pasada- también se debatió sobre la necesidad de hacer un mayor foco en la infraestructura. La falta de inversión en transporte y acceso a puertos encarece las exportaciones y limita la competitividad del agro en el mercado internacional, por lo tanto mejorar la logística del sector es esencial para potenciar las oportunidades de negocio.
La visión de los productores
En términos macroeconómicos, la estabilidad sigue siendo una condición necesaria para que cualquier reducción de impuestos se mantenga en el tiempo. La baja de la inflación y el superávit fiscal fueron destacados por los economistas y dirigentes rurales como factores clave para garantizar la sostenibilidad de las medidas anunciadas. Esta es la piedra fundamental sobre la cual se apoya el respaldo del sector agropecuario a las políticas de Milei. Tras recorrer la feria, se siente en el aire el optimismo respecto al futuro y el recuerdo constante de la necesidad de previsibilidad para encarar nuevos negocios e inversiones.
Más allá del debate sobre las retenciones, no hay dudas en cuanto a que el futuro del agro argentino está atado a un escenario de mayor estabilidad. De hecho, un informe elaborado por Propyme que se dio a conocer esta semana asegura que Argentina tiene la oportunidad de generar u$s7.400 millones en los próximos 10 años en sectores estratégicos como agroindustria, minería y energía.
Si el Gobierno avanza en la reducción de impuestos distorsivos (como los derechos de exportación) y mejora las condiciones de inversión, el agro podría convertirse en el principal motor de crecimiento económico del país en la próxima década.