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Momento de dolor

Juicio a los rugbiers: el jefe de seguridad del boliche se quebró a narrar lo que vio

“Hace veinte años que trabajo de esto y jamás vi tanta saña. Todo patada, patada, patada”

Alejandro "Chiqui" Muñoz, jefe de seguridad del boliche Le Brique, este miércoles declaró en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Télam
Alejandro "Chiqui" Muñoz, jefe de seguridad del boliche Le Brique, este miércoles declaró en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Télam

Alejandro “Chiqui” Muñoz, jefe de seguridad de Le Brique al momento del crimen de Fernando, es imponente: mide 2.03 metros, pesa 150 kilos y este miércoles dijo que necesitó pedir ayuda para expulsar a Máximo Thomsen.

“Cuando llegué la pelea ya había terminado. Me lo señalan a Thomsen, trato de sujetarlo solo y me hizo tanta fuerza que tuve que pedir ayuda a uno de mis compañeros para sacarlo. A Fernando, en cambio, lo sacaron tranquilo, no tenía camisa”, recordó.

Y agregó sobre el rugbier: “Lo tuvimos que sacar entre dos porque estaba muy agresivo. Thomsen era el más alterado”. Luego, relató: “Cuando llego a la puerta veo a todos los ‘rugby’ y veo que se van turnando para pegar a Fernando: trataban de separar a los amigos y dejarlos a cinco o seis metros. Unos cubrían a los amigos y otros le pegaban (a Fernando). Uno que estaba con camisa blanca con rodete (N. de la R. por las fotos es Matías Benicelli) le pegó y Fernando no se levantó nunca más. La daban patadas constantemente. El que más le pegaba fue el chico que saqué yo: Thomsen. Me concentré en él porque, mirá que yo soy grande, pero no lo pude contener”.

Se proyectaron dos videos durante el testimonio de Muñoz y el testigo refirió que a los imputados los sacaron por Avenida Buenos Aires, y que a Fernando y sus amigos, por la entrada principal, sobre la Avenida 3. Dijo que es parte del “protocolo”. “Yo siempre les digo que se vayan a su casa, pero acá hubo una diferencia: unos salieron violentos, otros no”.

Enl momento crucial de su testimonio, Muñoz se quebró: “Hace veinte años que trabajo de esto y jamás vi tanta saña. Todo patada, patada, patada”.

La defensa le pidió al jefe de seguridad de Le Brique. Alejandro “Chiqui” Muñoz, que dibuje en un plano por dónde sacó a ambos grupos. También le consultó si había personal de seguridad a cargo afuera del boliche, pero el testigo le explicó que los dejó con la Infantería de la Policía Bonaerense y que los oficiales les dijero que se fueran.

“Después de ese hecho estuve cuatro días sin dormir. En la calle veía que la gente me miraba como si yo fuera uno de los culpables”, refirió Muñoz y, luego de responderle al Ministerio Público Fiscal que mide 2,03 metros y que pesa 150 kilos; Fernando Burlando tomó la posta y soltó: “Y, así y todo, le costó sacar a Thomsen.

_¿Cuánto cree que pesaba?”

_Muñoz: 90 kilos, estimo.

Luego, se retiró de la sala y, al salir, se abrazó con Graciela Sosa: lloraron los dos.


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