Esperó diez días para volver a volar y le tomó cuatro minutos salir de la caja, dar unos pasos, desplegar sus alas y dejarse atrapar por el viento. Wayna se fue volando, acompañado por el aplauso sentido de un puñado de personas que se acercaron a la cima del cerro Ancasti, en la Cuesta del Portezuelo, para acompañar su regreso a las nubes. También se acercó otro cóndor, como esperando, que su compañero volviera a conquistar el aire.
El joven macho había sido encontrado herido el 19 de julio en Alijilán, departamento de Santa Rosa, donde fue rescatado por el equipo de la Secretaría de Medio Ambiente, dependiente del Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente de Catamarca que trabajó en su cuidado luego de que permaneció un tiempo sin poder volar.
Su liberación representa la segunda del año y la número 26 desde que comenzaron a trabajar en la provincia de Catamarca por la conservación de la especie, en peligro de extinción en todo el territorio nacional.
La emotiva liberación
Apenas pasadas las 11:00 de la mañana del viernes 29 de julio, el equipo a cargo de la recuperación y liberación del cóndor llegó a la Cuesta de Portezuelo con la caja trasportadora en la que esperaba su momento de volver a su hogar.
Allí había algunos funcionarios, vecinos de pueblos cercanos y turistas. Todos, con un poco de ansiedad y nervios, esperaron con un respetuoso silencio que el ave hiciera lo suyo. Más de uno lo despidió con el llanto propio que deja la emoción de ser testigo de su imponencia y del significado que un rey de los Andes regrese a su lugar.
“Tenemos una sensación muy linda tras lo que fue un día muy especial como este en que liberamos a otro cóndor. Aunque cada una de las liberaciones realizadas en estos años fue significativa, esta tuvo la particularidad de que a Wayna lo pudimos rehabilitar acá en Catamarca y no hubo necesidad de trasladarlo, como en casos anteriores en los que intervenimos con el Programa de Conservación de Cóndor Andino y son enviados a Buenos Aires”, le dijo a Infobae el biólogo Carlos Barrionuevo, director provincial de Biodiversidad de la Secretaría de Medioambiente de Catamarca.
“Recuperar a una especie icónica de Argentina, para los Andes y para las provincias del NOA, ya que la tenemos incluida en nuestra cultura e idiosincrasia, en el lenguaje de nuestro pueblo originario, tiene una gran connotación dentro de la cosmovisión de muchos pueblos andinos y también de otros de otros lugares. Por eso, poder trabajar de esto nos llena de orgullo y emociona muchísimo”, aseveró el funcionario.
Antes de partir con el cóndor a la Cuesta, el ave fue pesado para chequear que siguiera bien y mantuvo los 9,500 kilogramos.
“Más allá de la alegría por su liberación, quiero destacar que pudo ser rescatado por la policía en otra localidad, lo trajimos conjuntamente con las fuerzas, pero además colaboró mucha gente de la comunidad que también nos avisaba por diferentes medios. Esa gente lo resguardó hasta que pudimos llegar y la policía lo mantuvo en la misma comisaría hasta que lo pudimos trasladar. Esto da cuenta de que se trabaja fuertemente para preservar al cóndor en la provincia”, destacó.
Parte del equipo a cargo de su recuperación y liberación despidió a Wayna
“Es un día de fiesta para la Secretaria de Medio Ambiente”, sostuvo Nicolás Verón, secretario de Medio Ambiente de la provincia y Valeria Marcolli, jefa de Fauna Silvestre, reveló que “con cada liberación, siempre mandamos algún deseo”. También se mostró feliz ante la prensa local Mariela Barrios, oriunda de la provincia de Chaco, y encargada de abrir la jaula: “Esto fue algo mágico”.
Pese al día de júbilo, Barrionuevo lamentó que estos animales sigan siendo amenazados. “Están en peligro en todo el país por la caza furtiva y por el veneno que consumen en la carne de otros animales, ya que son carroñeros. La mayor parte de ellos presentan esquirlas de plomo, por eso apenas los rescatamos les hacemos una radiografía. Algunas veces consumen ese plomo porque comen animales envenenados y otras (esto es algo que recién se está visibilizando) tiene que ver con la utilización de cebos tóxicos que utilizan los lugareños para matar pumas porque creen depredan el ganado, entonces cuando los matan utilizando esos venenos esta especie que es carroñera, y tope de la cadena alimenticia, se alimenta de eso”.
El rescate
Fue un vecino quien dio aviso a la policía de la zona al ver al cóndor tirado, agónico y sufriente , y pronto llegó la ayuda, el rescate y resguardo del ave. “Había comido de más de la cuenta y, a veces suele pasar en esta especie que cuando comen de más se vuelven mucho más pesados, y como esa noche en pleno invierno hacía mucho frío y oscurece mucho más rápido, creemos que bajó a comer y se quedó sin térmica; es decir, que bajó mucho la temperatura del aire y ellos son como en aeroplano que necesitan sí o sí hacer mucha fuerza para volar. Al estar pesado y por estar frío el ambiente, no pudo volar y se quedó quieto”, explica los motivos Barrionuevo.
El cóndor al momento de ser encontrado
“El hecho tuvo lugar en la noche de este martes 19 y del operativo participaron personal de la Sub Comisaría de Alijilan en el departamento Santa Rosa, quienes fueron advertidos a través de un llamado telefónico que en un sector baldío existía la presencia de un cóndor”, informaron esa misma noche las autoridades locales que luego dieron espacio de acción a la comisaría de Flora y Fauna, y, en forma conjunta llevaron a cabo los trabajos pertinentes del resguardo y atención del ave.
Luego de constatar el estado de salud general mediante placas y análisis de sangre, comenzó el tratamiento de rehabilitación y al notar que se recuperaba favorablemente le pusieron un chip de marcaje.
“Al observar su comportamiento y ver que estaba respondiendo bien, luego de una evaluación expeditiva, decidimos que no era necesario seguir teniéndolo encerrado e iniciamos el proceso de liberación”.
El cóndor en el lugar donde fue rehabilitado
El biólogo explica que un cóndor puede vivir hasta 70 años, por lo que cree que Wayna, adulto joven, puede tener más de 60 años por delante.
“Es importante pensar que va a trascender a muchas de nuestras generaciones y, ojalá, también lo puedan observar nuestros hijos e incluso nuestros nietos. Esto es lo que significa recuperar a una especie y este es el mensaje que queremos dejar: somos parte del problema, pero también de la solución. Tomemos conciencia para ser siempre lo segundo”, finaliza.