La directora del hospital de Cipolletti confirmó la muerte cerebral de María Agustina Fernández, la joven estudiante de medicina que fue brutalmente atacada en ocasión de robo cuando un grupo de delincuentes ingresó a la casa de su amigo.
Según el último parte médico no presentaba mejoras, seguía con actividad cardíaca y respirando solo asistida por un respirador. Fuentes hospitalarias habían indicado que hoy estaba prevista la realización de una serie de estudios, pero no respondió a los estímulos.
La joven fue atacada durante la noche del sábado. Su amigo llegó alrededor de las 22 a su casa y la encontró desvanecida en el suelo, con un corte profundo en la cabeza y varias heridas en las manos. Lo único que se habían llevado eran dos teléfonos celulares y una suma cercana a los 1000 dólares.
Ante la confirmación de la triste noticia, un grupo de vecinos se concentró en el hospital de Cipolletti a las 22:00. “Haremos un acompañamiento simbólico a los padres de Agustina con una vela encendida en el exterior del nosocomio. Demos un poco de amor a su familia y pidamos por ella. Es un encuentro pacífico desde el corazón, ante tanta violencia”, publicó un vecino en Facebook.
Crimen en Cipolletti: cómo ocurrió el brutal ataque
La víctima se encontraba en la casa de un vecino con el que se había juntado a comer. En un momento, el chico salió de la vivienda por unos minutos, ya que había ido a buscar unas empanadas.
En ese instante fue cuando ingresaron el o los delincuentes y se encontraron con Agustina. Cuando el muchacho regresó, se encontró con la terrible escena.
De acuerdo a lo que indicaron fuentes policiales que fueron hasta el lugar, en el domicilio faltaban dos celulares y una suma estimada de unos 1000 dólares. Además, el inmueble se encontraba totalmente desordenado.
Durante todo el domingo las autoridades trabajaron en el lugar en busca de rastros que los acercara al autor o los autores de la agresión. Sin embargo, hasta el momento no hay ningún detenido.
Agustina estaba en Cipolletti desde marzo
Los papás de la joven habían hecho un gran esfuerzo para que ella pudiera ir a estudiar a Río Negro. Fue a mediados de febrero de este año cuando visitaron la ciudad de Cipolletti en familia para buscarle un departamento.
El primero de marzo, Agustina se mudó para comenzar el año lectivo en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCo. “Se estaba acomodando, le estaba yendo bien y estaba haciendo amigos. Vino acá con toda la esperanza y nosotros no la vamos a perder a ella”, expresó su mamá.
En este sentido, antes de enterarse de la trágica noticia, agradeció todo el apoyo y la comunicación permanente que recibían por parte de la Policía y la Fiscalía.