Es el funcionario más poderoso e influyente en el entorno del presidente Javier Milei y al mismo tiempo el más hermético y de perfil más bajo de todo el gobierno libertario. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, es también el responsable máximo de la administración y tiene la obligación, por mandato constitucional, de ir una vez por mes alternativamente a cada Cámara del Congreso a informar la marcha del gobierno. Es un plazo que se cumplirá este miércoles, el mismo día en que se estará discutiendo en comisiones de Diputados la denominada “ley ómnibus”.
Al jefe de Gabinete lo reclaman para que vaya a explicar los detalles del proyecto “Bases y puntos de partida de la libertad de los argentinos” desde el kirchnerismo a la UCR y el PRO, dos bloques aliados que están dispuestos a apoyar. Sería una oportunidad inmejorable para que Posse hable por primera vez en público: es que siendo el jefe de la administración, desde el 10 de diciembre hasta hoy no dio ningún reportaje, conferencia, ni tuvo contacto con la prensa. Pero tampoco antes. “No se le conoce la voz”, aseguró un diputado cercano al oficialismo.
El vocero presidencial Manuel Adorni hoy despejó las dudas, los trascendidos y las versiones que indicaban que el Gobierno no estaba dispuesto a enviar a ministros a las reuniones informativas que se harán mañana y el miércoles. Dijo que “todos los ministros irán”, según su área de incumbencia, al encuentro de las comisiones que empezará a las 14 con las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales. Aunque no dio precisiones, nombró como posibles asistentes, también, al propio Posse y a Federico Sturzenegger, el asesor sin cartera del presidente.
De hecho, esta mañana, en Casa Rosada le anticiparon que “en principio no” estaba prevista la presencia del jefe de Gabinete, pero que era un tema que se estaba conversando. “La idea es que cada responsable de área vaya a defender sus temas”, dijeron. Otra voz oficial reconoció que efectivamente esta mañana una de las primeras definiciones que se tomaron fue que vayan los funcionarios a defender un proyecto que es clave para el Gobierno.
Se destrabó así la indefinición que circuló durante todo el fin de semana, que quedaron confirmadas en las respuestas que recibieron al menos tres diputados que tuvieron contactos informales con funcionarios nacionales. A esos dirigentes les respondieron que no tenían agendada la presencia de ministros en las comisiones, que podrían ir subsecretarios o directores y que, eventualmente, si exponían los funcionarios más importantes, lo harían por videoconferencia. “Es que es una ley que no escribimos nosotros”, respondieron en esas charlas oficiosas.
Así, tanto el kirchnerismo, en un comunicado oficial, como también dejaron trascender dirigentes del radicalismo y del PRO, plantearon no sólo la presencia en general de los ministros sino específicamente las dos piezas claves que intervinieron en la redacción y compilación del proyecto de “ley ómnibus”: Nicolás Posse, como responsable de la Jefatura de Gabinete, y de Federico Sturzenegger, al que Rodrigo De Loredo calificó irónicamente como “nuevo Vélez Sarsfield”.
Con la confirmación de Adorni, de que efectivamente irán los ministros y, eventualmente Posse, desde la oposición plantearon que el jefe de Gabinete “tiene que ser el primero” en explicar el contenido de esa ley, tanto por su importancia en el equipo de Milei, como porque la iniciativa toca de manera transversal a todas las áreas de la administración.
El jefe de Gabinete hasta este lunes nunca brindó una conferencia de prensa, ni tuvo contacto con los medios ni habló en público. Su bajo perfil deberá romperse, si no es en la reunión de las comisiones por la “ley ómnibus”, por lo que fija el artículo 101 de la Constitución Nacional. “El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno (...) Puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras”, establece la Carta Magna.
Agustín Rossi, antecesor de Posse, recordó que él nunca tuvo contacto directo con quien sería su sucesor, ya que la transición la hicieron funcionarios de segundo y tercer nivel. Y dio su impresión sobre el rol que debería tener quien ejerce ese cargo: “Siempre el jefe de Gabinete tiene que ser el vocero más político de la administración y, además, tiene que ocuparse de cuidar al presidente. El jefe de Gabinete está para llevarse todos los golpes y permitir que el presidente haga todos los goles”.
Más allá de cuestionar la “ley ómnibus”, el ex jefe de Gabinete y ex candidato a vicepresidente de Unión por la Patria destacó que “si hay una ley que abarca tantas temáticas y que concentra la administración del país en el presidente de la Nación con facultades delegadas, es lógico y natural que los diputados pidan que el jefe de Gabinete vaya”.