El primer año de gobierno Javier Milei, definido por la eliminación de controles, un ajuste en los valores del dólar y las tarifas y una caída del gasto, terminó con una pobreza menor a la que dejaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner, por el descenso de la inflación, la mejora de los ingresos y de algunos sectores económicos, y la relativa estabilidad laboral.
La Encuesta Permanente de Hogares del Indec (EPH) calculó que la pobreza cerró 2024 en 38,1%. Se trata de 17,9 millones pobres si se proyecta el número oficial a todo el país. En el primer semestre, era de 52,9%. El cuarto kirchnerismo la había dejado en 41,7% -19,5 millones de pobres- en el marco de la suba de los precios más elevada en más de tres décadas y en un contexto en el que se extendía por doquier la figura del “trabajador pobre”. Esto implica que hay casi 1,6 millones de personas menos con relación a fines de 2023 y 7 millones menos frente al primer semestre de 2024.
La indigencia cayó también fuertemente. Marcó 6,4% a fines de 2024 (esto implica que hay actualmente unos 3 millones de indigentes). En el primer semestre, se había disparado a 13,6%, mientras que al cierre de 2023 estaba en 8,7%.
Más de la mitad de los chicos entre 0 y 14 años son pobres en la Argentina. Más específicamente, se precisó que en esa situación están el 51,9% (unos 5,7 millones) de jóvenes. Un año atrás ese indicador llegaba a 58,4%.
La mayor cantidad de pobres se registró en Gran Resistencia, donde marcó 60,8%. Le siguieron: Concordia (57,1%), Santiago del Estero-La Banda (48,6%) y Formosa (46,2%). Los partidos del Gran Buenos Aires mostraron un 42,1%.
Un comunicado del Gobierno apenas conocido el número oficial del Indec celebró la “fuerte caída” entre julio y diciembre del año pasado “gracias a las reformas económicas impulsadas por el presidente Javier Milei”.
“La pobreza sin precedentes que había dejado el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, que llegó a un pico del 52,9% en la medición del primer semestre de 2024, se redujo al 38,1% en el segundo semestre, mientras que la indigencia disminuyó del 18,1% al 8,2%, como efecto directo de la lucha contra la inflación que ha llevado adelante el Presidente Javier Milei, además de la estabilidad macroeconómica y la eliminación de restricciones que durante años limitaron el potencial económico de los argentinos”, esgrimió el texto de Casa Rosada.
“Dichos índices reflejan el fracaso de las políticas del pasado, que sumieron a millones de argentinos en la precariedad mientras vendían que estaban ayudando a los pobres, pero la pobreza no paraba de aumentar. La gestión actual demuestra que el camino de la libertad económica y la responsabilidad fiscal es la vía para reducir la pobreza a largo plazo”, cerraron y pronosticaron que se “profundizará” el camino elegido por el Presidente.
Sin embargo, existen disidencias entre las cifras que celebra el Gobierno y la realidad que remarcan quienes investigan el tema. Para el Gobierno, la cantidad de pobres cayó en unos 10 millones. Esto es porque los referentes oficialistas suelen tomar el pico de pobres (el 55,1% del primer trimestre de 2024) y lo que -se estima- fue el valle (el cuarto trimestre del año pasado, de alrededor de 35%, según lo proyectado por los expertos de la Universidad Torcuato Di Tella).
Los especialistas, en cambio, afirman que -para evitar distorsiones- es más preciso comparar trimestres pares con pares e impares con impares (el mercado laboral tiene mucha estacionalidad por el impacto en los impares del medio aguinaldo), mientras que contemplan que es más estable hacer cálculos semestrales y no trimestrales. Así, de hecho, lo hace la EPH.
Así, varios analistas definían ya al cuarto trimestre de 2024 como un trimestre “atípico” (tendría que haber sido más alto que el tercero de ese año, que dio 38,3%), ya que, en general, los trimestres pares no muestran el efecto del aguinaldo. Sin embargo, este año ya hubo ejemplos de que ese “serrucho” que suele mostrar la serie de pobreza de la EPH puede quebrarse. De hecho, el valor más alto en 2024 fue para el primer trimestre, donde se vio todo el efecto de la devaluación de diciembre de 2023 en los ingresos. La Ciudad de Buenos Aires, por caso, mostró este año una escalera descendente en sus datos oficiales de pobreza: fue de 35,1% en el primer trimestre; 32,1% en el segundo; 28,1% en el tercero; y 24,2% en el cuarto. En ese territorio, según datos oficiales, se registró la reducción semestral más grande desde 2016.
Algunos expertos ya ofrecían el fin de semana alguna explicación sobre este fenómeno. Por caso, para el director de la Maestría en Econometría de la Universidad Di Tella, Martín González Rozada, la evolución del ingreso total de los hogares en el cuarto trimestre más que compensa la no captura del aguinaldo. Otros, como Agustín Salvia, Coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), indicaban que pese a la baja de la pobreza entre 2023 y 2024, si sólo se compararan los terceros trimestres se estaría casi en niveles similares, aunque, claro, con el logro oficial de haber logrado estabilidad macroeconómica, algo que faltaba al cierre del gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, incluso los más pesimistas, como por el investigador del Cedlas Leopoldo Tornarolli, indicaban que lo más probable era que el Gobierno lograra mostrar un número mejor que el abandonado al cierre de 2023.