Luego de que Cristina Kirchner y Cecilia Moreau aprobarán un aumento de $ 30.000 para los empleados del Congreso, los diputados y senadores cerraron un acuerdo para descongelar sus dietas y desde el 1 de noviembre volverán a ajustarse con las paritarias de los legislativos aunque para este año acordaron que el aumento será de un 30 %, según informaron fuentes parlamentarias.
Las dietas de los diputados y senadores habían quedado congeladas desde el año pasado y no pudieron actualizarse con el aumento del 69% otorgado a los empleados del Congreso en julio, en medio de la crisis económica. En aquella oportunidad Cristina Kirchner y Sergio Massa, entonces presidente de la Cámara de Diputados, decidieron compartir el costo político de una suba en las dietas y resolvieron que si los diputados y senadores querían un incremento, debían votarlo en el recinto.
Sin embargo, mediante la resolución 6/2022 de la semana pasada que otorgó la suma de $ 30.000 para los legislativos, con excepción de los legisladores, las autoridades superiores y el personal político del cuerpo, se eliminó la condición fijada por la vicepresidenta y el actual ministro de Economía, permitiendo que los diputados y senadores se puedan volver a engancharse a la paritaria del gremio de los trabajadores del Congreso.
Los diputados y senadores trataron de relativizar el incremento y remarcaron que no será del 69% como había acordado la Asociación del Personal Legislativo (APL), que encabeza Norberto Di Próspero, sino que será sólo del 30%. "No es nada, desde el año pasado que están congeladas y hubo 88 % de inflación", dijo un diputado.
El sueldo de un diputado está formado por una dieta, que ronda los $ 420.000 más los gastos de representación que ascienden a casi $ 37.000, pero a ese total de $ 457.000 hay que descontar los aportes a la obra social, jubilación y ganancias, lo que hace que reciba en mano unos $ 340.000. Además se suman unos $ 30.000 por movilidad. En tanto, los legisladores que viven en el interior cobran $ 90.000 por desarraigo.
En el caso de un senador, su dieta asciende a $ 496.000 que con los descuentos recibe de bolsillo unos $ 349.000, según consta en la página oficial del Senado. A esto se agregan $ 25.000 por gastos de representación y $ 74.000 por desarraigo, que con los descuentos termina quedando en $ 90.000.
Con el incremento del 30% pasarían a percibir unos $ 455.000, más los adicionales. No obstante, aún falta que se conozca la resolución con las firmas de Cristina Kirchner y Cecilia Moreau que confirmen ese porcentaje.
"Muchos empleados con categoría 3, 2 y 1 ganan más que un legislador. Un chofer categoría 1 gana 20% más que un senador", se quejó un representante de la oposición que prefirió mantenerse en el anonimato. Mientras que un legislador del oficialismo se quejó porque "si un juez tiene el sueldo actualizado y un ministro también, porque los diputados y senadores tenemos que tener los sueldos atrasados".
Según pudo averiguar este diario, el acuerdo fue firmado por los presidentes de los bloques del oficialismo junto a los representantes de Juntos por el Cambio, aunque una versión indicaba que Mario Negri, jefe del bloque radical en Diputados, estaba demorando la firma.
Los representantes de las bancadas minoritarias como el interbloque Federal, el Frente de Izquierda y los liberales no estuvieron en la negociación. "Rechazamos cualquier aumento de las dietas, porque cobramos igual que un docente y aportamos el resto de la dieta a causas populares", resaltó Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda.
La controversia por la dieta de los legisladores estalló en julio cuando se cerró la paritaria de los legislativos frente a la presión misma de los empleados, que ante una escalada inflacionaria sólo habían recibido una mejora de $ 20.000 en abril. El aumento por convenio se pagó en dos cuotas de 30 %, la primera en julio y la segunda en octubre, lo que hacía un acumulado del 69 %.
Tras conocerse el acuerdo paritario, la atención quedó puesta sobre los diputados y senadores que esperaban engancharse con un aumento en las dietas, pero la repercusión social y la crisis económica llevaron a que Cristina Kirchner y Sergio Massa emitieran una resolución exigiendo a los legisladores que pidan el aumento en el recinto. Pero nadie quiso asumir el costo político en ese momento.
Ahora con la última resolución que se firmó para otorgar el aumento de $ 30.000 para los legislativos, las autoridades del Congreso también resolvieron derogar el artículo 2 de la resolución 03/2022 que establecía precisamente que cualquier aumento en los haberes y/o dieta de los legisladores deberá ser tratado y aprobado por el pleno de ambas cámaras.