El Consejo Federal de Inversiones (CFI) elegirá este martes nuevas autoridades y, mientras los gobernadores peronistas buscarán conseguir la reelección de Ignacio Lamothe como secretario General del organismo, los mandatarios de Juntos por el Cambio intentarán imponer un candidato propio, con varios nombres en la mesa de negociaciones.
El organismo fue creado en 1959 a partir de un acuerdo entre las provincias y se convirtió en un espacio clave para el vínculo entre los mandatarios del país, pero además para el manejo de una caja codiciada de unos $100.000 millones anuales. En el último año, cobró relevancia, primero cuando el peronismo intentó retener el poder, pero más aún cuando perdió la hegemonía en las gobernaciones.
La reunión de este martes está prevista para las 10:00 y, quien quiera ganar la disputa, deberá conseguir dos tercios de los presentes. En caso de no lograrlo, habrá un segundo intento y, de repetirse el resultado, la tercera votación se definirá por mayoría simple.
La disputa de poder en un organismo clave
Cuando el peronismo gobernaba con comodidad más de la mitad de las provincias argentinas, manejaba la presidencia del CFI sin oposiciones. Sin embargo, el mapa político cambió tras las elecciones de 2023.
JxC se quedó con diez distritos, pero ni San Luis ni la Ciudad de Buenos Aires tienen voto en el CFI. La provincia puntana espera que en la asamblea de este martes se apruebe su ingreso, para que Claudio Poggi pueda sentarse a la mesa de las decisiones en futuros encuentros.
El peronismo retuvo nueve provincias, pero el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo, tomaron distancia desde el debate de la Ley Bases y en el PJ los cuentan entre los aliados del presidente Javier Milei, con posturas cercanas a sus pares de JxC.
Si solo contaran las dos principales fuerzas políticas, JxC correría con ventaja, sin embargo, el camino está lejos de ser allanado. Varios de los mandatarios que responden a fuerzas provinciales estarían de acuerdo en la continuidad de Lamothe, en total son cinco. Además de que Maximiliano Pullaro (Santa Fe) tiene en agenda una visita al norte de la provincia y hasta último momento no tenía decidido si podrá participar.
Aunque reconocen que la pelea no va a ser fácil, los gobernadores de JxC quieren presentar sus propios candidatos para la secretaría General y para su mano derecha, pero enfrentan dos problemas: uno es que en los últimos meses tomaron fuerza los bloques regionales y los patagónicos y los del Norte Grande podrían terminar queriendo imponer uno propio o cerrar filas detrás de Lamothe, el otro, que no se ponen de acuerdo.
Según pudo confirmar este medio, uno de los nombres sobre la mesa es el del exdiputado Sebastián García de Luca, que comenzó su carrera política cerca de la UCR, pasó por el peronismo, junto a Felipe Solá, y por el Frente Renovador, de Sergio Massa, hasta que se sumó al PRO. Tiene buena llegada al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, uno de los mandatarios que el Gobierno quería en el Consejo de Mayo, con vínculos con Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
También se barajan los nombres de Bruno Screnci Silva -exministro de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta; exlegislador porteño y cercano a Diego Santilli-; Felipe Álvarez -funcionario en la Secretaría de la Gobernación de Santa Cruz y representante de esa provincia ante el CFI y exdiputado por La Rioja- y Gastón Douek -consultor con buena llegada al radicalismo-.
Los gobernadores de JxC negociaban hasta último momento, pero desde el entorno confirmaron que, en caso de ponerse de acuerdo, el candidato propuesto saldría de esos cuatro nombres en puja.