En el sexto día de juicio, los padres del bebé Francisco Calderón Cáceres -la primera víctima que aparece en la cronología de los hechos- declararon como testigos en la causa que investiga la muerte de cinco bebés y el presunto intento de asesinato de otros ocho en el Hospital Neonatal de Córdoba.
Evitaron incriminar directamente a la enfermera Brenda Agüero e hicieron fuertes críticas a las autoridades del hospital, del Ministerio de Salud provincial y hasta una mención sugerente contra el ex gobernador Juan Schiaretti.
Luego de un ida y vuelta en el comienzo de la audiencia, Vanessa Cáceres aceptó dar su testimonio con la presunta asesina serial presente en la sala. Su relato empezó con cómo planeó su embarazo junto a su pareja, Raúl Calderón, y el detalle de cómo transitó los nueve meses.
Luego resaltó lo que también quedó acreditado en la investigación judicial: tanto ella como el bebé estaban sanos, y la cesárea que le practicaron fue un éxito.
“Me arrepiento de no haber pedido que me lo pongan encima, ese iba a ser el único momento de tenerlo conmigo vivo”, rememoró Vanessa Cáceres. Según recordó, antes de las dos horas de haber dado a luz le avisaron que Francisco tenía una arritmia y que lo derivaron a terapia intensiva. Falleció horas después, el 18 de marzo de 2022. Ese día comenzaron las muertes y descompensaciones inexplicables.
La madre de la pequeña víctima explicó: “Me ofrecieron hacer una autopsia cuando mi hijo todavía estaba vivo, yo les pedía por favor que lo salvaran. Me pareció cruel y por eso les dijimos que no”.
En el mismo sentido, declaró, bajo juramento, el padre del bebé: “No pedimos la autopsia porque nos dijeron que no iban a encontrar nada. ¿Para qué lo iban a abrir? En medio de tanto dolor, no podíamos decidir”, indicó Raúl Calderón ante jueces y jurado.
Según ambas testimoniales, los médicos insistieron con la autopsia luego de que se confirmara la muerte porque no podían explicar la descompensación repentina del recién nacido: “Nos ofrecen otra, pero nos dijeron que a lo mejor no salía nada, que demoraba siete días el resultado. Ahora me muerde la cabeza porque no acepté”, siguió Vanessa.
“Mi hijo estaba perfecto y le reventaron el corazón”, completó la madre.
Según se pudo confirmar de fuentes judiciales, en la historia clínica del bebé se dejó asentado que “se sugirió la realización de autopsia”.
La investigación que condujo el fiscal Raúl Garzón determinó que, más allá de la voluntad de los padres, quienes en ese momento tenían la obligación de dar aviso a la Justicia sobre esta muerte sospechosa eran las médicas Adriana Luisa Moralez (ex coordinadora del Comité de Seguridad del Paciente y Mortalidad Materna Infantil) y María Alejandra Lujan (firmó las actas de defunción). Ambas forman parte de la lista de imputados.
Aunque se sabe que estuvo en el hospital en ese momento y habría tenido contacto con el recién nacido, los papás de Francisco Calderón Cáceres no ubicaron explícitamente a Brenda Agüero como autora material del presunto crimen. Así lo habían hecho este lunes Yoselín Rojas y Jaime Cornelio Pérez, padres de Angeline, quienes especificaron que la enfermera “les sacó a su hija de los brazos sin explicación”.