Dos hombres que viajaban en un coche fúnebre murieron cuando el vehículo se despistó en una ruta de Misiones y terminó en el cauce de un arroyo.
La Policía estableció que el único que logró salvar su vida fue el chofer, pero quedó detenido porque se constató que presentaba un elevado nivel de alcohol en sangre.
El siniestro ocurrió el domingo, cerca de las 18.30, en una ruta que vincula a Estación Apóstoles con la localidad correntina de Colonia Liebig.
Un Toyota Corolla Fielder que se desplazaba a gran velocidad por la ruta provincial 10 quedó fuera de control a metros el puente sobre el arroyo Chimiray, en el límite interprovincial.
El auto quedó destruido.
El vehículo era conducido por Gustavo Roberto Couto, de 40 años, quien tenía 1,92 gramos de alcohol en sangre, cuatro veces más del límite establecido para los automovilistas.
El coche primero impactó contra las protecciones laterales de la ruta y luego siguió su marcha hasta el cauce del arroyo.
El único que logró salir fue Couto, quien fue trasladado al Hospital de Apóstoles en una ambulancia. El médico policial estableció que el chofer de la empresa fúnebre se hallaba desorientado, con evidencias de una intoxicación etílica aguda, y con una actitud agresiva.
Además, se constató que por el impacto sufrió un traumatismo de tórax con una fractura costal, lesiones que le demandarán unos 40 días de curaciones.
Las víctimas
Voceros policiales dijeron que Couto refirió que viajaba con “dos o tres personas”. Los bomberos que trabajaron en el rescate del vehículo del cauce del arroyo durante casi una hora comprobaron finalmente que las víctimas eran dos y quedaron dentro de la cabina, en el asiento delantero.
En un primer momento no pudieron ser identificadas, pero horas después fueron reconocidos por los familiares. Se trata de Geremías Esequiel Aranda, un albañil de 21 años; y Daniel Ezequiel Márquez, un soldado voluntario del Ejército Argentino de 23 años.
El juez de Instrucción ordenó que Couto quede detenido en el hospital, con custodia policial, y el traslado de los cuerpos de los dos jóvenes a la Morgue Judicial de Posadas, para establecer si fallecieron a causa del impacto contra el guardarrail o ahogados al no poder abandonar el coche cuando cayó al agua.