El Gobierno de Javier Milei se enfrenta a una nueva ola de violencia por parte de la oposición kirchnerista y sectores de la izquierda.
Barras bravas y militantes kirchneristas se enfrentaron a las fuerzas de seguridad en el Congreso, dejando tras de sí un saldo de destrucción, por lo menos, 124 detenidos, en una manifestación que, lejos de ser pacífica, reflejó la violencia e intolerancia de la oposición.
Con la excusa de "defender a los jubilados", la situación rápidamente se desbordó cuando barras bravas y militantes de izquierda comenzaron a provocar a las fuerzas de seguridad, tirando piedras y palos contra los uniformados.
La situación se complicó aún más cuando los manifestantes se enfrentaron directamente con la policía, desatando una serie de disturbios que culminaron con la quema de vehículos de la Policía de la Ciudad y la destrucción de propiedades públicas.
En un comunciado del Ministerio de Seguridad, se informó: "Durante el operativo, las Fuerzas Federales detuvieron a 21 hombres y 4 mujeres, mientras que la Policia de la Ciudad aprehendió a 73 hombres y 26 mujeres".