El violento homicidio de Raymundo Barrionuevo (84), un jubilado de la ciudad de Catamarca apuñalado en su casa durante un robo, conmovió a la provincia y convocó marchas de familiares y amigos pidiendo justicia. Sin embargo, se descubrió que el responsable había estado bien cerca: fue su yerno.
Así lo sostienen las distintas pruebas que fue encontrando la justicia provincial y que complican a Ezequiel "Peque" Condori (33), hasta hoy el único acusado por el caso que tuvo casi una decena de detenidos y suma detalles escabrosos sobre la muerte del anciano.
El caso comenzó el pasado domingo 15 de enero en el barrio San Ramón, ubicado en el sur de la capital provincial. Durante la mañana, cerca de las 7.30, Condori ingresó en la vivienda del "Gringo" Barrionuevo, ubicado en la calle Misiones al 1400. Salió una hora más tarde.
El cuerpo del jubilado fue encontrado recién un día más tarde, el lunes por la mañana, cuando uno de sus hijos se acercó a llevarle el almuerzo. Lo encontró tirado en el comedor, sobre un charco de sangre.
Según la pericia, tenía heridas heridas en la cabeza y múltiples puñaladas en cuello y tórax. Sufrió “un shock hipovolémico” tras lo cual falleció desangrado. La casa estaba dada vuelta, había sido víctima de un robo, según consignó el diario El Ancasti.
La violencia del caso causó conmoción. En las primeras horas, la policía detuvo casi a una docena de sospechosos buscando perfiles parecidos a los registrados por las testigos. Pero ninguno había estado en el lugar. El rastrillaje en la casa de Barrionuevo ayudó a encontrar más de 40 rastros.
Sin embargo, casi una semana después ningún dato certero había sobre el responsable. Tanto fue así que la familia comenzó a planificar una marcha que se iba a realizar el pasado lunes, 23, para pedir justicia y reclamar que el caso no quede impune. Pero a último momento se canceló. Algo había pasado.
Durante el martes, la policía catamarqueña detuvo a Condori tras un allanamiento en su domicilio. Lo señalaban como el hombre que estuvo en el lugar de los hechos. No solo eso, también le hallaron prendas con manchas de sangre, un teléfono celular y lesiones corporales compatibles con la defensa que ejerció el jubilado cuando lo mataban, según afirmó el diario La Unión.
Según contó José Barrionuevo, hijo de la víctima y abogado, cuando empezaron a mirar con detalle las cámaras de seguridad del barrio encontraron la figura de un hombre que tenía la misma forma de caminar que su cuñado.
"Mi padre no le abría la puerta a cualquiera que fuera a mi casa. Empezamos a ver la forma de caminar, de mover el brazo, la estatura, la contextura física y empezamos a sospechar de Condori", contó al canal Tveo Catamarca.
Condori —que estaba en pareja con Graciela, hija de la víctima— se negó a declarar. Pero en las últimas horas se conocieron más detalles sobre el fin de semana del crimen, en boca de los testigos que estuvieron con él. Al parecer, tuvo un raid casi de fiesta.
Según pudo reconstruir la policía, el hombre salió de la casa y se fue en taxi rumbo a Balconsa, una localidad ubicada a casi 90 kilómetros del lugar del crimen. Allí pagó un asado para todos sus amigos, junto con varias bebidas alcohólicas. Con la plata, también aprovechó para pagar algunas deudas que tenía.
Pero uno de los datos más escalofriantes es que volvió luego a la capital y asistió al velatorio de Barrionuevo. Según testigos citados por el Ancasti, tuvo la deferencia de no acercarse al cajón. Lo esquivó toda la jornada. Su actitud además causó sospechas a la familia, no saludó a nadie y la pasó cabizbajo. Estaba nervioso.
Había otro elemento que causó extrañeza: tenía puestos zapatos. "Peque" vivía de zapatillas.
Condorí está imputado por el delito de "homicidio doblemente calificado por ensañamiento y criminis causae", y podría recibir una pena de prisión perpetua si es hallado culpable. En las últimas horas además se conoció que el acusado cargaba en su prontuario con denuncias de su pareja por "violencia" y por "robo".
El caso está en manos de la Fiscalía de Instrucción N°7, del fiscal en feria Alejandro Gober.