Los graves incidentes ocurridos en el estadio de Gimnasia cuando la policía que se encontraba fuera el estadio reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos a hinchas que intentaban ingresar cuando las puertas ya se habían cerrado dejaron como saldo la muerte de un hincha, decenas de heridos y la desesperación de muchos de los que fueron a vivir la fiesta del fútbol en el que iba a ser el partido con Boca y terminaron asfixiados y en medio de una escena de terror.
Uno de las tantas historias que dejó la represión policial fue la de Fernando Rivero, camarógrafo de TyC Sports, quien directamente fue ajusticiado por un agente que, al advertir que tomaba imágenes del accionar policial, apuntó contra él y le disparó, todo lo cual quedó registrado. “Me vio y disparó”, dijo el trabajador de la señal de cable.
“Me vio y disparó”
Minutos después del ataque que sufrió por parte del agente policial que ya fue separado de la fuera, Fernando Rivero contó lo vivido: “Yo estaba grabando la represión de la policía a la gente, estaban tirando muchos balazos de goma”, comenzó.
Luego añadió: “Este muchacho que estaba reprimiendo se dio vuelta, me vio y me tiró. Yo estaba a lado de él, casi a lado de él, a cinco metros, y me dobló del dolor”.
Consternado, finalmente dijo: “Yo solo estaba trabajando, tomando imágenes de lo que acontece en un momento”.
Un muerto por ataque cardíaco tras suspensión Gimnasia-Boca por incidentes entre hinchas y policías
Un fallecido hincha de Gimnasia y Esgrima de 57 años por un paro cardíaco y más de un centenar de heridos fue el saldo de los incidentes que se registraron este jueves al repeler la policía a miles de parciales del conjunto platense que pugnaban por ingresar al estadio Carmelo Zerillo con sus entradas en la mano cuando ya se habían cerrado las puertas de acceso para presenciar el encuentro ante Boca Juniors, suspendido por “falta de garantías” por el árbitro Hernán Mastrángelo.
Un paro cardíaco tras los gases lacrimógenos, la causa de muerte del hincha de Gimnasia
El fallecido fue Carlos “Lolo” Regueiro, que según informó el Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, “falleció cuando salía del estadio por un paro cardíaco”.
Cesar Regueiro falleció este jueves en el partido que jugaron Gimnasia de La Plata contra Boca Juniors. (Foto: Facebook/Telam).
Berni remarcó que la “responsabilidad de lo sucedido es toda del club organizador del espectáculo”, mientras que el titular del Aprevide, Eduardo Aparicio, luego de afirmar que el “partido no volverá a jugarse por ahora”, deslindó responsabilidades en el accionar policial “porque había como 10.000 personas en las afueras del estadio cuando las puertas ya se habían cerrado”.
“Los que cerraron las puertas fueron los organismos de seguridad, la policía y el Aprevide”
A la inversa, el presidente gimnasista, Gabriel Pellegrino aseguró que tenía para demostrar “que el estadio estába habilitado para 30.000 personas. Vendimos 3254 entradas sobre 4300 que nos enviaron ya que el resto eran socios y es la policía la que determina la cantidad de gente que entra”.
“La gente quería entrar con los carnets en la mano y nosotros veíamos plateas vacías. Los que cerraron las puertas fueron los organismos de seguridad, la policía y el Aprevide”, argumentó el titular gimnasista.
El intendente de La Plata, Julio Garro, apreció por su parte que Gimnasia “no tiene ninguna responsabilidad con lo sucedido”, a la vez que verificó que “más de un centenar de personas fueron atendidas por las ambulancias del SAME”.
En tanto el árbitro Mastrángelo afirmó que suspendió el partido “a instancias del Aprevide” y que “nunca había vivido una situación como esta”.
Después llegaron las muestras de repudio de la AFA y las condolencias por la muerte del hincha gimnasista de parte de Boca Juniors, cuyo entrenador, Hugo Ibarra, lamento que “la gente vino a ver un espectáculo y todo terminó de la peor manera”.
El foco de la investigación de lo qué pasó: ¿Hubo sobreventa de entradas?
Una probable sobreventa de entradas provocó estos hechos cuando muchos hinchas y socios gimnasistas, con sus localidades en la mano, según pudo comprobar Télam, pretendieran entrar al estadio Carmelo Zerillo cuando sus instalaciones ya estaban colmadas.
Entonces las autoridades empezaron a cerrar las puertas de acceso y esto provocó la desesperación de los aficionados que querían entrar porque habían pagado sus boletos, por lo que la policía empezó a contenerlos con postas de goma y gases lacrimógenos.
Seguidores de Gimnasia y Esgrima tratan de huir de una nube de gases lacrimógenos en medio de los disturbios del jueves 6 de octubre de 2022 en La Plata, durante un partido ante Boca Junors (AP Foto/Gustavo Garello)
Esto se prolongó durante más de media hora y una niña aparentemente atacada por la policía provocó la reacción de los hinchas y socios que blandían sus carnets. Uno de ellos resultó herido con una bala de goma en el pómulo derecho, mientras que a un camarógrafo de TyC Sports le dispararon tres veces, indicaron desde el propio canal.
El cierre de las puertas de acceso se produjo a las 20.45, vale decir 45 minutos antes del comienzo de este encuentro clave en la lucha por el título de la Liga Profesional para ambos equipos.
Y cuando se produjo la represión policial los gases lacrimógenos ingresaron en forma de nube luminosa y blanca al campo de juego, atravesando la abigarrada multitud que inmediatamente empezó a sufrir las consecuencias de la humareda.
Primero fueron los hinchas y luego los integrantes de los bancos de suplentes quienes comenzaron a cubrirse los rostros y estas reacciones provocaron, por ejemplo, que el director técnico boquense, Hugo Ibarra fuera el primero en solicitarle al árbitro Mastrángelo que interrumpiera el encuentro porque el nivel de afectación que tenía en sus ojos le impedía la visión.
El campo de juego, la única vía de escape posible
Esto llevó a que el entrenador de Gimnasia, Néstor Gorosito, hiciera lo propio, y estas acciones se fueron haciendo extensivas a los propios futbolistas.
Mastrángelo determinó entonces que los jugadores y sus cuerpos técnicos se fueran a los vestuarios, algo que hicieron inmediatamente, mientras, que simultáneamente la desesperación ganaba las tribunas.
Los hinchas en las tribunas, al estar las puertas de salida cerradas, encontraron en el campo de juego la única vía de escape posible y cientos de ellos saltaron al césped desde los alambrados perimetrales.
Noche de terror en el estadio de Gimnasia. Los hinchas intentaban escapar de la nube de gases lacrimógenos que disparó la Policía para reprimir a personas que intentaban entrar al partido con Boca Juniors (Fotobaires).
En ese momento se pudo observar al capitán boquense, Marcos Rojo, identificado con su clásico rival, Estudiantes, tratando de ayudar a muchos hinchas “triperos” a refugiarse en el propio túnel de acceso a los vestuarios.
Mientras tanto se seguían escuchando disparos desde afuera del estadio y la calma no llegaba, ni afuera ni adentro, hasta que las autoridades tuvieron la cordura de empezar a abrir las puertas para que los hinchas del interior pudieran salir de la cancha, ya que los del exterior finalmente habían sido dispersados.
Después de una hora de incertidumbre, desconcierto y violencia, las tribunas se vaciaron, un par de centenares de hinchas se quedaron atemorizados dentro del campo de juego, pero ya con más calma, y de a poco todo fue quedando vacío.
Tan vacío como el fútbol mismo (iban 0 a 0), como la violencia misma, y como la falta de organización provoca al haberse puesto en riesgo nada más y nada menos que la vida misma de todos quienes esta noche estuvieron en la cancha de Gimnasia.