Sin la presencia de Cristina Kirchner, que mañana presentará su alegato en el juicio que se le sigue por corrupción en la obra pública, el oficialismo concretó este jueves uno de los anhelos de la vicepresidenta al aprobar y dar media sanción a la ampliación de la Corte Suprema de Justicia a 15 miembros en lugar de 25 como se había propuesto en un principio.
La ex Presidenta prefirió seguir online la sesión, ya que sólo estuvo unas horas en su despacho en el Senado y espero que se reúna el quórum, ajustado de 37 senadores, para dejar el Congreso y trabajar en la respuesta que dará en el marco del juicio de la causa Vialidad.
La propuesta cosechó 36 votos a favor, con el aporte de los senadores del Frente de Todos y la compañía del rionegrino Alberto Weretilneck, la riojana Clara Vega y la misionera Magdalena Solari Quintana. La sorpresa la dio la oficialista María Eugenia Catalfamo (San Luis), quien terminó votando con Juntos por el Cambio, que sólo sufrió la ausencia de Luis Juez.
La maniobra del kirchnerismo para avanzar firme sobre la justicia comenzó a gestarse el martes a la noche, cuando negociaba con la oposición la extensión de un fondo para la cultura, que el oficialismo quiere prorrogar por 50 años y que hace más que ruido en el Congreso. Mientras en Juntos por el Cambio definían alguna alternativa, José Mayans daba la sorpresa anunciado la decisión de convocar a una sesión especial para tratar la reforma de la Corte, un proyecto que parecía estancado.
Bajo el mando de Oscar Parrilli, el oficialismo abrió una ronda de negociaciones y el proyecto que proponía 25 miembros para el máximo tribunal de Justicia se redujo a 15 cortesanos, con paridad y federalismo incluidos. De esta manera, Adolfo Rodríguez Saá, Weretilneck y Vega, quienes habían puesto reparos a la propuesta apoyada por un grupo de gobernadores peronistas terminaron alineándose con el Frente de Todos.
Con Weretilneck y Vega, más el acompañamiento de Solari Quintana, el oficialismo que sufrió la ausencia de Maurice Closs y Alejandra Vigo llegó con lo justo para reunir los 37 senadores que se requiere para el quórum.
El debate se abrió con el jujeño Guillermo Snopek que, de una forma un tanto confusa, presentó la nueva propuesta de ampliar el número de miembros de la Corte modificando el dictamen original firmado a fines de junio que sumaba 20 cortesanos y mediante el cual se habia convocado la sesión.
En esa apertura, el diputado del Frente de Todos admitió que hubo "discusiones internas" dentro del bloque alrededor de esta propuesta. "Esta pluralidad generó que la integración sea con 15 miembros y, en este efecto, establecer una paridad con ocho jueces o juezas que deben ser del mismo género", puntualizó Snopek.
El debate se puso picante con el ultra k Martín Doñate cargó duro contra los actuales miembros de la Corte. "Mire si no va a ser necesario discutir el rediseño institucional de la Corte. No hay especialidad, no hay federalismo, no hay género y, además, son unos corruptos. Y me banco lo que digo", desafió el legislador. Más tarde fue Parrilli quien también fue contra los jueces del máximo tribunal al calificarlos de "mafiosos". "No tengan duda que los van a extorsionar también a ustedes de la manera mafiosa que lo hacen. Su función es extorsionar a la democracia. No les van a perdonar absolutamente nada", advirtió.
Desde la oposición, Martín Lousteau explicó que el objetivo del oficialismo "es tener una Corte que funcione en bandos y se partidice”. Mientras que el fueguino Pablo Blanco llevó un bolillero al recinto para "ayudar" al oficialismo a resolver cuántos integrantes debería tener la Corte. "A fines de junio firmaron un dictamen con 25 integrantes de la Corte. Hoy, algunos dicen que serán 15. Lo cierto es que a 24 horas de convocada la sesión, todavía no tenemos el número de cuántos cortesanos serán", dijo.
Pero la puntana Catalfamo le puso un poco incertidumbre al debate cuando, en una clara consecuencia de la batalla territorial de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, salió a defender la propuesta original de 25 miembros en lugar del proyecto consensuado de 15, que el oficialismo había cerrado con aliados.
“Lo que no entiendo muy bien es qué región va a estar más representada que otra porque si son 15 miembros, son 6 regiones, alguna región va a estar más representada que la otra”, planteó la senadora que responde a su gobernador que está dentro de los mandatarios provinciales que avalaron y que fueron al Congreso a defender la ampliación del máximo tribunal de Justicia.
Mientras los ultra K como Juliana Di Tullio miraba con una indignación contenida, Catalfamo le agregaba argumentos a su defensa y advertía a sus compañeros de bancada que tenía las convicciones "absolutamente firmes" y avisaba se estaba perdiendo "una oportunidad histórica" para generar una Corte Suprema que represente a toda la Argentina.
En el cierre del debate, José Mayans salió al cruce de las afirmaciones de Carolina Losada, quien promediando la sesión cargó contra el oficialismo cuando planteaba la crisis de seguridad que afecta Santa Fe y calificó de "banda delictiva" al bloque oficialista.
"Una senadora nos trató de banda delictiva. No somos una banda delictiva, es una falta de respeto total, inadmisible, nos debe una disculpa", devolvió el formoseño, quien acusó a Losada de hacer todo "para salir en Youtube".
Más allá de las chicanas, la reforma de la Corte tendrá un segundo capítulo cuando el proyecto llegue a Diputados, donde la oposición ya avisó que no acompañará al kirchnerismo en esta reforma.