Solo el 43% de los estudiantes llega a 6°grado a tiempo y con niveles de aprendizaje satisfactorios, de acuerdo con el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación.
Las tres provincias mejor posicionadas son Buenos Aires (63%), Córdoba (56%) y Río Negro (47%). Y en el extremo opuesto se encuentran Corrientes (30%), Catamarca (26%) y Chaco (25%).
Según el informe, son tres las razones por las que un estudiante puede llegar fuera del tiempo teórico a un grado: repetir, arrancar la escolaridad fuera de tiempo o abandonar momentáneamente un grado. En la Argentina, la repitencia para el primer y el segundo grado se encuentra prohibida, dado que se toman ese primer y segundo grado como una unidad pedagógica.
Sin embargo, aún se registran ciertos niveles, aunque bajos, de no promoción de grado. Para los grados posteriores, también se registraron bajos niveles de repitencia, a diferencia de lo que ocurre en el secundario donde se registran altos niveles de recursado, un promedio de 13,7%.
“Estos resultados muestran que las dificultades en los aprendizajes no comienzan en la secundaria y que hay que atajarlas antes, en la primaria. Que un alto porcentaje de alumnos comience la secundaria sin una base que los habilite a seguir aprendiendo es una mecha encendida para el fracaso escolar posterior, cuando la escolaridad se complejiza con más profesores y una modalidad más desafiante como la del nivel medio”, señala Melina Furman, coautora del informe.
“Garantizar que los chicos y chicas alcancen en la primaria una buena plataforma de aprendizajes es clave para sus trayectorias posteriores. Para eso, es necesario fortalecer las estrategias de enseñanza de los docentes, asegurar recursos y acompañamiento a aquellos estudiantes con mayores dificultades”, expresa la investigadora.
Los datos relevados explican, al menos en parte, los problemas de fracaso escolar que aparecen en la secundaria: un alto porcentaje de alumnos (57% promedio nacional) está comenzando la secundaria sin los aprendizajes necesarios para continuar su trayecto educativo. Al mismo tiempo, los datos muestran que solo un mínimo porcentaje de los alumnos llegan en el tiempo esperado y logrando niveles de aprendizajes satisfactorios en lengua y matemáticas.
Estas trayectorias reales con bajo rendimiento académico se hacen presentes cada día en las escuelas, muy a pesar de los esfuerzos de los docentes, de los directivos, del cuerpo de supervisión, de las familias, de las políticas educativas y las políticas públicas en general.