Lautaro, egresado de una escuela secundaria de Mar del Plata, se durmió en el aeropuerto de Bariloche a la espera del vuelo de regreso; la coordinadora de su viaje, un periplo de excursiones, esquí y noches de boliche que duró diez días, también: se olvidó al estudiante en la sala de embarque.
Los papás del joven, que tiene 17 años y hacía su primer viaje solo, se enteraron por él. De la empresa no lo llamó nadie. "Para avisarte que te atrasaste una cuota un día sí, no pierden tiempo en eso, ahora para decirte que se olvidaron a tu hijo a dos mil kilómetros de tu casa no llama nadie", se quejó Emiliano Carbal, papá de Lautaro, que egresa este año del colegio Saavedra Lamas.
"Me mandó un mensajito de texto ayer a las diez de la mañana diciéndome que se había quedado dormido y que su grupo se había ido, que estaba solo en el aeropuerto. Lo primero pensé es que me estaba haciendo una broma. ¿Cómo podía pasar algo así?", relata. "Pero cuando me dijo que me quedara tranquilo que iba a salir todo bien, le creí".
El padre le indicó que buscara a algún agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), y finalmente alguien de la sede de la empresa de viajes Max Dream lo fue a buscar al aeropuerto. "Yo no sabía qué pensar, porque alguien que no sé quién es lo estaba llevando a él solo de vuelta al hotel, se te pasa cualquier cosa por la cabeza. Tenía que confiar en alguien a quien jamas había visto".
La primera noticia sobre el olvido del menor la dio el lunes una prima suya a través de su cuenta de Twitter: "Los de Max Dream se lo olvidaron a mi primo en el aeropuerto, jajajaja", e ilustró el mensaje con una captura de pantalla de un chat con su madre, la tía del chico.
"Qué desastre, yo la mato a la coordinadora", escribió la mamá del joven. A esa altura, Lautaro todavía estaba en el Sur. Sus compañeros ya habían llegado al Aeroparque metropolitano, donde embarcaron en otro vuelo que los trajo a Mar del Plata. Él no tuvo la misma suerte; a Mar del Plata debió regresar en ómnibus.
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