El candidato Javier Milei presentó la última exposición de su programa económico ante el círculo rojo de los empresarios más importantes del país, como parte del foro organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). Allí ratificó los compromisos más importantes de su programa, con la mira puesta en una meta fundamental para el país: exterminar la inflación y volver a crecer.
Los empresarios pidieron certidumbre sobre los lineamientos que podrían llevarse a cabo en el país a partir del 10 de diciembre. Milei aseguró que su programa terminará definitivamente con la inflación para mediados de 2025 (entre 18 y 24 meses de reformas), un hecho que permitirá recuperar el crédito de largo plazo, y volver a confeccionar balances y proyecciones con mayor facilidad para las empresas.
La estabilidad también permitiría ordenar los precios relativos de la economía, en particular las tarifas de los servicios públicos y especialmente los salarios, que quedaron rezagados en los últimos 10 años. Todo esto será posible mediante la eliminación de las funciones básicas del Banco Central tal y como lo conocemos hoy, y el proceso de dolarización de la economía.
Por otra parte, Milei llevó certidumbre sobre la inserción de la Argentina en el comercio internacional, y para ello explicó una serie de puntos relevantes. En primer lugar, ratificó la continuidad y la profundización del comercio con Brasil y China como dos de los principales socios del país, en particular para la industria automotriz y la producción agropecuaria.
Sin importar las cuestiones de orden político, bajo una eventual presidencia de Javier Milei la Argentina seguiría comerciando con estos países incluso más de lo que lo hace hoy, eliminando barreras innecesarias y negociando mejores facilidades para la colocación de los productos argentinos.
En segundo lugar, Milei se refirió al proceso de apertura de la economía, el cual describió como un eslabón más dentro de la cadena de reformas que necesita el país. Explicó que la rebaja de aranceles se producirá una vez que se haya consumida la reforma laboral para modernizar la legislación, la reforma tributaria para bajar impuestos y un programa para desregular amplios sectores de la economía.
Bajo estas condiciones, y con una inflación bajo control, el proceso de apertura podría lanzarse en un marco de competencia leal con las empresas argentinas, a diferencia de lo que ocurrió en otras experiencias del pasado.
Aún así, Milei prometió una rápida liberalización de las restricciones cuantitativas a las importaciones y en particular la eliminación del sistema SIRA, que encarna la corrupción institucionalizada por Massa.
También se proponen rebajas arancelarias iniciales antes del proceso de apertura general para sectores estratégicos, como por ejemplo los bienes de capital que necesita la industria para modernizarse, los insumos y la tecnología.