El candidato Javier Milei volvió a enfatizar su propuesta para eliminar el Banco Central y liquidarlo en dólares (por una cuestión de practicidad), una maniobra que permitirá elegir libremente la moneda y, en última instancia, dolarizar la economía con la decisión de la sociedad.
De acuerdo a sus declaraciones, anunció que la inflación podría ser completamente exterminada en un plazo de 18 a 24 meses, casi con total seguridad ni bien tenga lugar la ingeniería financiera diseñada por los economistas Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky.
Las ponderaciones de Milei son cuanto menos conservadoras y holgadamente realistas. Cabe destacar que la Ley de Convertibilidad lanzada en marzo de 1991, la cual generó el mismo efecto que una dolarización, logró derribar la inflación del 287% al 11% en los primeros 24 meses de aplicación, y a solo un dígito tras los 29 meses de aplicación.
Pero la mayor parte de este efecto se debe al llamado “arrastre estadístico”, y la tasa de inflación mensual del IPC ya se había reducido drásticamente a un promedio del 2% mensual en los primeros 10 meses de la Convertibilidad, 1,3% en los segundos 10 meses, y solamente un 0,6% en la tercera tanda de 10 meses.
También se debe tener en cuenta el enorme desastre de precios relativos que deja la administración kirchnerista. Esto se ve en tarifas públicas severamente atrasadas, y lo mismo con ciertos precios mayoristas y bienes y servicios regulados.
En el caso de Ecuador, la dolarización lanzada en enero del año 2000, los precios subieron un promedio del 5,6% en los primeros 12 meses, 1,7% en promedio para el segundo año, y para el tercer año de aplicación del programa la inflación mensual promedió solo el 0,7%. La inflación fue completamente derribada por el sistema monetario que el grueso de los ecuatorianos siguen defendiendo con su voto hasta el día de hoy.
Milei se perfila como el único candidato que ofrece un plan concreto (medidas y herramientas explícitas) para bajar la inflación, y explica en cuánto tiempo podría llevarse a cabo este proceso. Ninguno de los candidatos restantes tan siquiera se acercan a proponer ni cómo van a bajar la inflación, ni mucho menos en cuánto tiempo podrían lograrlo.
Las medidas de despilfarro fiscal de Massa solamente alientan la incertidumbre y generan más expectativas de devaluación e inflación para el futuro. Por otra parte, el supuesto “plan integral” de Patricia Bullrich jamás fue presentado como tal. La candidata desplegó un arsenal de propuestas que más tarde contradijo y rechazó incesantemente a lo largo de toda su campaña electoral desde las PASO.
En 20 meses de gestión el programa de Milei podría terminar con el fracaso del kirchnerismo y Juntos por el Cambio en los últimos 20 años. La administración de Alberto Fernández podría dejar una tasa de inflación del 200% para fin de año, y será el punto de partida para el nuevo Gobierno.