La gobernación de Jujuy está en el corazón de la provincia, frente a la plaza Belgrano. Sin embargo, el gobernador, Gerardo Morales, tiene otra oficina en el imponente predio Ciudad Cultural, en el barrio Alto Padilla, a unos 10 minutos del centro.
Son cerca de las 20 y febo se hundió entre las montañas que envuelven a la Tacita de Plata. En una sala ejecutiva del segundo piso de Ciudad Cultural está el despacho del mandatario provincial, que espera a Infobae para una entrevista.
Durante el reportaje, Morales habló sobre la situación judicial de Milagro Sala y la visita del presidente Alberto Fernández a la líder de la Tupac Amaru. “La empoderó”, cuestionó el gobernador.
La oficina ostenta en el centro una mesa casi tan larga como el río Grande que parte a Jujuy en dos. Un ventanal gigante espeja las luces de casi toda la ciudad. El gobernador Morales espera sentado en la cabecera, rodeado por 16 sillas vacías. Junto a él hay cinco carpetas, algunas ajadas y otras impecables, cuatro biromes y dos marcadores desparramados.
Al llegar, el dirigente radical saluda con amabilidad y se sienta. Suspira. Está tranquilo, aunque su mente parece acelerada. Lo disimula con su acento cansino y pausado, que sostiene a lo largo de todo el reportaje.
Es la última entrevista que dará hasta su viaje a Buenos Aires, invitado al Council of Americas.
— Gobernador, ¿cómo ve este nuevo juicio a Milagro Sala, en el que se la imputa por pago de coimas y sustracción de un expediente?
— Bueno, uno más de los delitos que se cometieron acá durante 15 años. Me parece que estamos acudiendo al fin de un ciclo. Además de la causa de Milagro Sala también está la causa de Cristina Kirchner, por el tema que hoy se está tramitando en la Justicia. Es decir, son partes de lo que estamos viviendo en el país que me parece que es el fin del kirchnerismo. Eso nos va a hacer bien porque nos tiene que sacar de la grieta, tenemos que lograr un país que pueda dialogar y pensar en el futuro.
— En su reciente declaración, Shakira se refirió a viajes al exterior destinados a sacar dólares del país. Habló de 10 viajes. ¿Sospecha que pueden ser más?
— Diez viajes de diez personas con 10.000 dólares cada uno es un millón de dólares. De esto estamos hablando. Parece que son más viajes, eso lo determinará la Justicia. Aportó no sólo pasaportes, también pasajes, tickets. También habló de viviendas. Por ejemplo, nosotros no sabíamos de casas que dan al lago del dique que estaban a nombre de ella o de los hijos.
— ¿Qué significa Milagro Sala en sí para Jujuy?
— Era la expresión de un Estado paralelo, que es lo que está pasando hoy con algunos referentes de organizaciones sociales. Desde enero al 27 de junio manejaron más de 300.000 millones de pesos. Entonces por eso se entiende la pelea en la calle. Una pelea de poder. Era un problema de Estado porque era un Estado paralelo.
El gobernador de Jujuy habló sobre el caso Milagro Sala
La visita del presidente a Milagro Sala
— En junio, cuando el presidente, Alberto Fernández, visitó a Sala en su provincia, usted le respondió enojado. ¿Volvieron a hablar del tema?
— No, de Milagro Sala no.
— ¿Qué motivó, puntualmente, su enojo con el Jefe de Estado?
— Esa visita del presidente a Milagro Sala fue empoderarla. Y también la empoderaron dándole el manejando, por lo menos, de 20.000 planes sociales en la provincia. Lo maneja desde su prisión domiciliaria. Todo eso hace que vuelva el temor en mucha gente.
— ¿Por qué usted considera que la gente tiene miedo?
— Porque ve esto, es decir el aval del presidente a Sala, y dicen bueno, qué pasa si mañana está libre con este apoyo político, qué va a ser de mí. Más allá de eso, creo que ha sido importante que esta semana, quien ha sido su mano derecha, “Shakira”, haya planteado información que a veces a uno se le escapa.
— Usted señaló que la visita de Fernández empoderó a Milagro Sala. ¿Eso quiere decir que con ese viaje el presidente afectó la gobernabilidad de Jujuy?
— Sí, obvio. La visita de Fernández y la intromisión con sus opiniones sobre el funcionamiento de la Justicia de Jujuy, de la Corte, de la Suprema Corte. Yo lo invité muchas veces al presidente a Jujuy a ver proyectos, a dialogar sobre temas de Estado. Yo soy gobernador y tengo que gobernar para mi pueblo y tengo que tener una relación institucional con el gobierno nacional. Lo invité muchas veces y a lo único que vino fue a visitar a Milagro Sala.
— ¿Desde que es Jefe de Estado, Alberto Fernández se ha reunido con usted en Jujuy?
— Acá nunca. Yo me encontré con él varias veces. Nos reunimos con los otros gobernadores radicales. La primera vez que hablamos de Milagro Sala, yo le llevé una carpeta con información de las causas. Y le dije “esto es Milagro Sala”. Esta es la manera en que se enriqueció. Le di datos catastrales, de rodados, camionetas. Esto es lo que ustedes defienden. A los dos meses, le llevé todos los antecedentes, no solo de las causas sino con fotos y documentación que presentamos desde el Estado provincial en las causas, como querellantes.
— ¿Y qué le dijo el presidente?
— Me dijo que él no lo sabía. Pero bueno, después de dos años de eso, viene y la visita a ella.
— Disculpe, qué es lo que el presidente le dijo que no sabía.
— Él dijo que él no sabía eso. Que no sabía que se había enriquecido.
— Y ahora que lo sabe, ¿volvieron a hablar?
— Me lo dijo a dos meses de haberse hecho cargo. Y dos años después viene a visitarla.
— ¿Qué piensa sobre las exigencias por parte de organismos internacionales de derechos humanos sobre la liberación de Milagro Sala?
— A mí me parece que tienen todo el derecho a plantearlo… De hecho, está en prisión domiciliaria, lo cual no comparto, porque tendría que estar en cárcel común. Pero está en su casa porque se hizo lugar a una Resolución de la Corte Interamericana, avalada por la Suprema Corte en la causa Pibes villeros.
— Gobernador, hay dirigentes y referentes políticos cercanos a Milagro Sala que dicen que “a Milagro la metió presa Morales”. ¿Qué responde a eso?
— Eso no es verdad. De modo tal que a mí no me afecta. Yo lo que sí hice es instar trámites y aportar pruebas y dar la orden a nuestro fiscal de Estado y a nuestros abogados que demanden cuando vean un delito. Había que reestablecer el orden. Había que terminar con esta cultura de la violencia y la corrupción. Había que terminar con los cortes de ruta. Y de eso no me arrepiento.
Las amenazas contra Morales y su familia
— Lo amenazaron varias veces, de hecho hubo una versión de una amenaza de muerte contra usted. ¿Tuvo miedo en algún momento?
— No. Pero sí recibí versiones de la misma gente después de haberme hecho cargo de la gobernación. Aún antes de haberme hecho cargo de la gobernación recibí amenazas contra mi familia. Hoy aparecen algunos testimonios y aparecen con datos y pruebas. Bueno, sería bueno que la Justicia intervenga en esa situación.
— ¿Pero usted efectivamente cree que Milagro Sala podría querer mandarlo a matar? ¿O son versiones para amedrentarlo?
— Yo creo que no tiene límites. A ver, acá ha muerto el Pato Condorí, en Humahuaca.
— ¿Entonces cree que sí?
— Había dirigentes de organizaciones de la Tupac que andaban siempre armados. Que la policía no los paraba. Mataron a Ariel Velázquez, un dirigente de la juventud. Al yerno del Perro Santillán. Milagro Sala es una persona que no tiene límites. De modo tal que se puede creer cualquier cosa de ella.
— Ella dijo el lunes en declaraciones a la Televisión Pública que usted “compró y mandó a pagar” testigos para que declaren en contra de ella. ¿Qué puede decir al respecto?
— No, no es verdad. Está haciendo lo mismo que Cristina. Lo que no se puede esconder es la realidad. Es decir, acá faltan 2.000 viviendas. Acá hay inmuebles, autos, están ahí.
— Esta semana, Sala también se refirió a que supuestamente usted infería en la Justicia provincial. Usted designó a tres nuevos miembros del Superior Tribunal local. Dos son radicales, cercanos a usted. El tercero es apoderado del Partido Justicialista. ¿Tiene que ver con eso lo que dice Sala?
— Mire, yo cumplo con la Constitución, las Cortes en el mundo se designan así. Son designaciones del Poder Ejecutivo. Yo he puesto en marcha un sistema de selección por concurso para los jueces inferiores. He designado a un ex fiscal de Eduardo Fellner. Algunos abogados de la matrícula que son con reconocida militancia peronista. Pero han ganado concursos. Así que lo que hice fue mejorar la calidad institucional.
La interna de Juntos por el Cambio y los chats con Carrió
— Pasando al plano de la política nacional, cómo están las cosas hoy en Juntos por el Cambio, después de los cruces de la semana pasada.
— Más tranquilos. Obviamente, hay que hablar de lo que pasó.
— ¿Eso quiere decir que fue una semana tensa?
— Sí, sí, claro, mucha tensión innecesaria. Por las declaraciones de Lilita. Hablé varias veces con ella, está todo bien, pero me parece que hay cosas que las tenemos que hablar hacia adentro.
— ¿Por qué Carrió salió de esa manera ella?
— No lo sé.
— ¿Piensa que Carrió pasó un límite con algunas declaraciones que aludieron a aspectos de la vida personal de dirigentes?
— Me parece que sí, que eso está mal. Me parece que en general estuvo mal, porque terminamos discutiendo sobre temas que a la gente no le importan. La gente quiere que el Frente de Todos gobierne, que la oposición aporte y si vamos a ser alternativa, que tengamos un plan de gobierno.
— ¿Juntos por el Cambio necesita a Carrió dentro?
— Sí, necesita a todos. Ella es una de las fundadoras. Así que necesita a la Coalición Cívica y a Carrió. Necesita a Mauricio Macri, al PRO. Necesita al radicalismo. A Miguel Ángel Pichetto y al peronismo republicano. Y necesitamos ampliarnos más.
— ¿Por ejemplo?
— Bueno, otros sectores. Qué sé yo, no sé. Esos son temas para debatir.
— ¿Cuál es el límite?
— El límite es el Frente de Todos, es el kirchnerismo. Ese fantasma sobre Sergio Massa, Sergio Massa era anti kirchnerista, después se ha hecho kirchnerista.
— ¿Entonces hoy Massa, con quien usted ha tenido buena relación, también es un límite?
— Obvio, porque es kirchnerista.
— ¿No hay posibilidad de ruptura en Juntos por el Cambio?
— Yo creo que no. Sería una irresponsabilidad que alguien rompa.
— ¿Cómo está su relación con Rodríguez Larreta?
— Con él hablo bastante y con Patricia también hablo bastante.
— ¿Es real que en parte de su respuesta a Carrió usted aludió a negocios de la Ciudad?
— Pero esos son chats privados así que no me voy a hacer cargo.
— No lo admite pero tampoco lo niega.
— Algo dije pero no me hago cargo de eso. Son chats privados.
— ¿Y eso no afecta su relación con Larreta?
— No, no, yo si hubiera cosas se las digo.
— En el último tiempo ha estado algo fría su relación con el ex presidente Macri. ¿No han vuelto a hablar?
— No, hace rato que no hablo con él. No hablo desde lo de Yrigoyen.
— ¿Tiene interés en volver a conversar?
— Sí, no tengo ningún problema. Yo tengo diálogo con todo el mundo. No se dio la circunstancia pero hace rato no hablo con él.
— O sea, ¿si él no lo llama, usted no lo va a llamar?
— No, tengo mucho trabajo (risas).