Candelaria Enrique, la nena de 5 años que fue alcanzada por una bala perdida en medio de los festejos de Nochebuena en su casa de la calle Iriondo en el barrio Acindar de Rosario, falleció hoy a la mañana, según confirmó Eduardo Ontivero, el director del Sanatorio de la Mujer, donde había sido internada la menor.
El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal para la autopsia. El hecho será investigado como un homicidio culposo y el expediente estará a cargo de la fiscal Mariana Prunotto.
“No vi a nadie disparando. Estaba lleno de gente. Eran las 00.05, estaban todos los vecinos afuera. La llevaron al Sanatorio de la Mujer y estaba llena de sangre. Los padres decidieron donar sus órganos. La nena era hermosa. Tenía cinco años, era hija única. Lamentablemente un hijo de puta la mató. No hay explicación alguna, destruyeron a toda la familia”, aseguró un tío de la menor a radios locales.
Mientras tanto, la investigación ya comenzó. “Es difícil saber de dónde vino el proyectil. Se tomaron testimonios y hay otras medidas investigativas en curso”, afirmó una fuente del expediente a Infobae.
Así, el crimen se vuelve la muerte violenta número 281 en lo que va del año en el departamento judicial de Rosario, de acuerdo a cifras oficiales. Es un récord que aumenta casi a diario.
Según el reporte policial, Emmanuel, el padre de Candelaria, aseguró que salió a las 00:10 a la calle con la menor. Allí fue impactada por el disparo. No se habló de ningún enfrentamiento o hecho de sicariato por el momento.
Candelaria con una de sus maestras en el jardín Sapo Pepe.
Su jardín de infantes, Sapo Pepe, ubicado en la calle Alsina, le dedicó un triste posteo, con un crespón negro de luto en su perfil.
El posteo dice:
“Hoy nos toca despedirte, nuestra dulce Cande. Hay muchas preguntas en nuestra cabeza y no podemos responder el por qué.
Simplemente recordar todos los momentos compartidos, el verte crecer desde tan pequeñita hasta que cumpliste tus 5 añitos... Ese cumpleaños que cantamos 7 veces el feliz cumple (porque te encantaba y así lo pediste), nuestros almuerzos, nuestras meriendas..
Nunca vamos a olvidar tu sonrisa, tu mirada tan especial, tu alegría cada vez que entrabas al jardín y tu saludo a mamá y papá con felicidad, tu inocencia, tu solidaridad, tu bondad, tu paciencia, tu amor, tu cariño, tus “¡seño te amo!”, tus abrazos tan fuertes, tus carcajadas.
Cande, nos dejaste un vacío enorme... te vamos a extrañar hoy, mañana y siempre. ¡Te amamos. Cande!
Mucha fuerza para su familia, en especial a su mamá y papá... excelentes personas, excelentes papás”.