El espía ilegal detenido Ariel Zanchetta comenzó a recibir instrucciones directas de agentes de la SIDE desde al menos cuatro meses antes de que el fiscal Alberto Nisman fuera hallado muerto en su departamento de Puerto Madero.
Así lo demuestran nuevas pericias telefónicas que comenzaron este mes en la fiscalía de Eduardo Taiano, donde se investiga el asesinato de Nisman.
El trabajo confirma también que Zanchetta mantuvo cientos de comunicaciones con una mujer que a su vez se comunicaba incesantemente con un hombre llamado Pablo Barreiro.
Barreiro era el secretario privado de la entonces presidenta Cristina Kirchner.
La información fue confirmada a Clarín por altas fuentes judiciales y avanza sobre las pruebas que certifican que, al momento de su muerte, Nisman estaba en la mira de un sistema de espionaje legal e ilegal que respondía a Cristina Kirchner.
El hecho de que Zanchetta ya trabajara para la SIDE de Cristina aún desde antes de la muerte de Nisman refuerza la credibilidad de un informe de Inteligencia reservado secuestrado en su casa de Junín, donde Zanchetta afirma que un espía amigo suyo llamado Conrado, y que era hombre del ex jefe del Ejército César Milani, “sabe qué pasó con Nisman”.