El dolor de piernas, desde las rodillas para abajo, llevó a una joven a hacer una consulta con el ginecólogo Diego Javier Clementi (54) en su Centro Médico de la Mujer en Burzaco. Dentro del consultorio lo impensado sucedió: un control de rutina, denunció la joven, se convirtió en violación.
Según contó a la Justicia, el hombre le pidió que se desvistiera adelante de él, le metió sus dedos en la vagina y luego se sentó en un banco y le levantó la pollera a su víctima hasta la mitad de la cola para tocarle los muslos. Fue el jueves 4 de marzo de 2021.
Ocho mujeres denunciaron a Clementi por abusar sexualmente de ellas en su consultorio de Burzaco. El hombre está procesado por violaciones y abusos sexuales, pero sigue atendiendo en su clínica privada, de la cual es el Director Médico. A su vez, es copropietario junto a su hermano Gustavo, que no es médico, pero es el Director Ejecutivo. El centro lo heredaron de su difunto padre Remo que también era ginecólogo y obstetra.
La Justicia no avanzó rápido, ya que desde el 2000 Clementi es denunciado por delitos contra la integridad sexual en desmedro de sus pacientes. Recién en 2022 fue procesado por abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal (art. 119 párrafos, 1°, 2° y 3° del Código Penal). Al momento de llamarlo a indagatoria, se negó a declarar.
Entre el miedo y el desconocimiento
“Él abusaba de ellas cuando se hacían un aborto o un control ginecológico. Estaban en situación de vulnerabilidad por la práctica ilegal del aborto con todo el miedo y la angustia que esto genera”, dice la abogada Claudia Perugino, quien representaba a una de las denunciantes y ahora pasará a patrocinar a todas.
Y agrega: “La interrupción voluntaria del embarazo se hacía en la clínica por parte de “su padre y del denunciado mucho antes de que se sancionara la ley. Muchas veces las chicas iban solas, por eso algunas no se animaron a declarar antes pero ahora que avanza la causa se acercan”.
Al hacerse público el caso, 20 mujeres más le contaron a la abogada que también habían sido abusados por el médico. Diez de ellas se reunirán con la letrada y su socio Carlos Zimerman este martes para denunciarlo. A su vez, las víctimas y los grupos de feministas crearon una cuenta en Instagram @hastacadoc para recibir nuevos testimonios.
“Una de las mujeres que me llamó esta semana me envió fotos de la denuncia que hizo en la comisaría en 2006, quedo ahí y la causa no se inició. A su vez, ya habían otras cinco denuncias que estaban archivadas y se desarchivaron a partir de la nueva denuncia que presentó mi clienta”, detalla.
Según los relatos, el médico siempre ejercía el mismo modus operandi. Una vez que las pacientes ingresaban al consultorio en su clínica privada, las abusaba. En las declaraciones, las denunciantes contaron que Clementi les metía los dedos en la vagina, les daba besos cerca de su boca, les tocaba su clítoris, la espalda cerca de los glúteos o directamente los muslos. También les sacaba la ropa o les pedía que se la quiten adelante de él.
“Si consultaban por una picazón vaginal, les masajeaba el clítoris con crema con la excusa de curar la molesta. Cuando las víctimas salían del consultorio se daban cuenta que no era una consulta normal esa metodología aunque para muchas era la primera consulta ginecológica. Entonces no sabían el límite de la atención”, sostiene Perugino.
También -dice la abogada- era consistente en las mujeres que elegía para abusar: “tenían entre 20 y 25 años”. Pero eso no es todo: “Clementi no les brindaba a las víctimas camisolín ni él usaba guantes“.
La letrada explica que el informe del cuerpo médico forense del expediente indica que “no hay protocolo de actuación para ginecólogos pero hay deber de colocarse guantes, camisolín al paciente y el medico usar el ambo, además de que la mujer se cambie en el baño”. Es decir, su actuación era totalmente irregular.
La investigación está a cargo del fiscal Sebastián Bisquert, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 9 Departamental especializada en Violencia Familiar y de Género de Lomas de Zamora e interviene el Juzgado de Garantías Nº 4.