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CÓRDOBA

Ovacionaron a Milei en la celebración del 47° aniversario de la Fundación Mediterránea

El Presidente participó del 47 aniversario de la Fundación Mediterránea y habló sobre la reducción de la inflación y la pobreza y el final del cepo.

Ovacionaron a Milei en la celebración del 47° aniversario de la Fundación Mediterránea

Los 23 aplausos que recibió en su extenso discurso le ponen dimensión a lo que vivió Javier Milei en su participación como orador central del 47° aniversario de la creación de la Fundación Mediterránea. Fue como local, así lo reconoció cuando empezó hablar y lo demostró el cierre, con su arenga ya típica, que fue respondida con fervor por un auditorio dominado por líderes políticos de locales, dirigentes y empresarios que creen y apoyan el rumbo que propone el presidente. Las tres “Viva la libertad, carajo”, fueron respondidas con atronador entusiasmo.

Sus palabras estuvieron desvinculadas de lo que fue “la noticia del día”, ya que no hubo una referencia directa al que fue uno de los desafíos políticos más importantes que recibe el presidente, en medio de un momento de fortaleza política por los buenos datos económicos. “Los sindicalistas no son santos”, dijo al pasar cuando hablaba de la inflación. Pero nada más.

Milei llegó junto a su hermana y secretaria General, Karina Milei, el vocero Manuel Adorni, al Centro de Convenciones Córdoba, tras ser recibido por el gobernador Martín Llaryora al pie del avión. Tuvo una formación policial de honor y tuvo una charla afectuosa con el mandatario. De allí fueron por la avenida de Circunvalación para participar del acto, donde la esperó la anfitriona María Pía Astori, presidente da de la entidad que supo tener a Domingo Cavallo como su estrella más rutilante. En el acto, su nombre se pronunció varias veces.

Tanto Astori en su discurso, como en las breves palabras de Llaryora -donde igual mechó el reclamo por retenciones y la ley de biocombustibles- expresaron un respaldo rotundo y sin fisuras al rumbo y la decisión del gobierno de Javier Milei de orden las cuentas públicas, reducir el peso del Estado, apostar a la iniciativa privada para hacer crecer la economía y establecer un sendero económico previsible.

“Lo apoyamos”, dijeron ambos, antes de que ingresara Milei para desplegar un extenso discurso donde abundaron los datos técnicos, las explicaciones de filosofía económica y la diferencia entre la política que impulsa él frente a los años de vigencia de “la casta”. Volvió sobre la idea de eliminar el Banco Central, de avanzar hacia una dolarización que se dé en la práctica -por acciones como las que promueve un supermercado de aceptar dólares para las compras- y la estabilización de las variables macro.

Al evento asistieron el senador nacional Luis Juez, el diputado Luis Picat, la diputada Laura Rodríguez Machado, el ex diputado radical Mario Negri, el presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi -promotor de las SAD-, el presidente del IERAL, Osvaldo Giordano, los ministros de Economía Guillermo Acosta, el ministro de Gobierno, Manuel Calvo, el diputado nacional Rodrigo De Loredo, y la vicegobernadora Myrian Prunotto.

Entre las frases que generaron polémica estuvo una crítica furiosa contra Isabel Perón, la ex presidenta de la Nación que tuvo un final abrupto por el golpe de Estado de 1976 que se precipitó después de una crisis económica terminal, violencia política, grupos que ejercieron terrorismo. Esa dirigente, que vive en Madrid hace décadas, recibió una visita y una reivindicación de la vicepresidenta Victoria Villarruel.

La otra definición polémica fue la que dio sobre el caudillo radical Raúl Alfonsín, a quien acusó de haber liderado junto a Eduardo Duhalde un “golpe de Estado” contra Fernando De la Rúa. Una referencia especialmente controversial al ser dicha un 30 de octubre, día que se celebra la recuperación democrática.

La oposición de la UCR salió con todo a cuestionar a Milei. Incluso el propio De Loredo, que emitió un tuit desde el mismo centro donde estaba hablando el presidente.

Pero una línea original en el discurso fue la referencia que hizo al debate del Presupuesto, ya que destacó que a diferencia de otros gobiernos, el proyecto enviado para los gastos e ingresos no incluirá expansión del gasto para enfrentar un año electoral. “Si termina bien, no solo será un éxito político, sino una revolución para los propios economistas. No hacer política monetaria y fiscal expansiva en un año electoral no estaba en ningún libro de texto”, afirmó.


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