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Durisimo...

Para Graciela Fernández Meijide los kirchneristas son miserables: “No participaron en nada en las instancias de la verdad y la Justicia”

“Kirchner se llevaba muy bien con los militares de Santa Cruz”, afirmó.

Graciela Fernández Meijide durante su participación en Confesiones (Adrián Escandar).
Graciela Fernández Meijide durante su participación en Confesiones (Adrián Escandar).

A sus 91 años, Graciela Fernández Meijide brindó una extensa entrevista para la revista cultural Jot Down, de España, y fue tajante cuando le consultaron sobre la reedición del informe “Nunca Más”, el cual pasó a tener un nuevo prólogo en 2006, mientras transcurría el mandato presidencial de Néstor Kirchner.

“Son unos miserables. Qué querés que te diga, son unos miserables. El no haber participado para nada en todo lo que fueron las instancias de la verdad y la justicia, tanto en la CONADEP como después en el juicio, todo eso en que los peronistas no tuvieron nada que ver, por lo menos los peronistas líderes, y cuando viene el kirchnerismo terminan apropiándose de un tema en el cual nunca habían tenido nada que ver, nada que ver”, expresó la ex diputada nacional al ser consultada sobre la relectura que se hizo de los años ‘70 durante el gobierno de Néstor Kirchner.

Y en la misma línea, agregó: “Al contrario, Kirchner se llevaba muy bien con los militares en Santa Cruz, muy bien… de hecho tenía el voto de la familia militar, lo que le permitió ser gobernador. Después de eso quisieron ponerle su impronta a algo en lo cual nunca habían estado. Y hay algo más, el informe Nunca Más no es literatura, es durísimo de leer, yo no sé cuánta gente lo leyó, todo el mundo lo tiene”.

Por otro lado, Fernández Meijide cuestionó la negativa de Madres de Plaza de Mayo en formar parte de la CONADEP y consideró que esa postura se debe a que muchas de sus integrantes no pudieron superar “la etapa del resentimiento”.

“Eso también produjo, creo yo, la ruptura de Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini quedó en una posición de que todo lo que fuera oficial no servía, lo de ellas era casi un voluntarismo puro, casi de hacer justicia por su propia mano. Hasta llegaron a hablar de tribunales populares, una situación muy fantasiosa, ¿no? Les costó mucho —y no pudieron— ingresar en la institucionalidad. Creo que porque se quedaron en una etapa, que es la del resentimiento. Muy resentidas, con mucho odio dentro. Lo dicen en sus propias declaraciones y en su lenguaje”, consideró la entonces dirigente de la coalición política conocida como La Alianza -unión entre el FREPASO y la Unión Cívica Radical-.

Durante el reportaje para el medio español, Fernández Meijide también lamentó las expresiones de Hebe de Bonafini contra los sobrevivientes de la última dictadura y recordó que también lo hizo con los presos políticos. “‘Por algo habrá sido, por algo te salvaste’ (decía). Y eso era una barbaridad. Yo una vez le dije a ella: ‘Si tus hijos hubieran hablado bajo la tortura y hubieran cantado y hubieran sido liberados, ¿Qué habrías hecho vos?”, reveló la ex ministra de Desarrollo Social durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Pero la presidenta de Madres no emitió respuesta a su consulta.

La noche del 23 de octubre de 1976, un grupo de hombres armados golpeó la puerta de la casa de Fernández Meijide en el partido bonaerense de Avellaneda y se llevó detenido a Pablo, uno de sus tres hijos adolescentes. Ese episodio marcó un antes y un después para la dirigente política, que a partir de ese momento dedicó gran parte de su vida a buscar respuestas sobre la desaparición de su hijo. Pero ella, en contrapunto a muchas otras madres de desaparecidos, optó por formar parte de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) después de comenzar la búsqueda de Pablo con las Madres de Plaza de Mayo.

“Yo empecé con las Madres y fui mucho tiempo a dar vueltas. Pero eso era los jueves a las tres de la tarde, dábamos unas vueltas y después, te encontrabas en una casa, ibas a otra… pero no había un local. Un grupo se reunía en una casa, otro grupo en una iglesia que les prestaba un lugar, pero eso no permitía ni siquiera acumular documentos y organizarlos. Es lo que yo llamo organizaciones testimoniales. Porque cuando he escrito, técnicamente, dividí lo que eran las organizaciones institucionales de las testimoniales. Institucional era la Asamblea Permanente, tenía personería jurídica, etcétera etcétera, estaba conformada en su mayoría por gente que no tenía familiares presos ni desaparecidos y venía trabajando desde antes, desde la época de la Triple A. Lo mismo pasaba con la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que era un brazo del Partido Comunista y venía trabajando cada vez que había algún golpe y había detenidos políticos. La Liga era de las que más experiencia tenía”, explicó respecto a su decisión.


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