En un clima de tensión, la resolución que buscaba que los estudiantes pudieran avanzar a pesar de tener materias adeudadas incluso de los primeros tres años del nivel medio se retiró del orden del día de la primera sesión del Consejo General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, hace instantes. El objetivo de la medida, impulsada por el gobierno de Axel Kicillof, era lograr que los estudiantes permanezcan en la escuela, aún pese a un mal desempeño.
Así lo confirmaron fuentes del organismo bonaerense, que agregaron que el debate quedó postergado. Se espera que el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, brinde detalles al respecto.
En la polémica propuesta, además, se incluyen características educativas específicas que surgieron con la pandemia de Covid-19 y las restricciones de circulación que afectaron la presencialidad escolar. Así, las calificaciones numéricas seguirán presentes, aunque coexistirán con el Registro Institucional de Trayectorias Educativas (RITE), que será con lo que se determinará –de aprobarse la iniciativa– si un alumno aprueba o no una materia y con lo que se clasificará el desempeño de cada trayectoria en: “avanzada” (TEA), “en proceso” (TEP) o “discontinua” (TED).
Si finalmente se aprueba el nuevo esquema, los estudiantes podrán avanzar a pesar de tener materias pendientes de aprobación de incluso los primeros tres años de secundaria y las podrán rendir en otro momento bajo un ordenamiento de áreas de conocimiento.
A pesar de haber postergado su discusión, el oficialismo provincial cuenta con los votos para aprobar la medida: tiene el aval de siete de un total de diez consejeros, con tres representantes del Frente de Todos y cuatro del sector gremial. La oposición, representada en Juntos por el Cambio, tiene solo tres representantes.
La reforma también plantea que las materias pasarán a estar organizadas en agrupamientos. Cada agrupamiento estará conformado por una o varias materias que entre ellas comparten un área del conocimiento. El cuadro de continuidad vertical de las trayectorias educativas se compone de ocho agrupamientos, que incorporan las asignaturas de los seis años de estudio del ciclo general. Uno de ellos, por ejemplo, se compone de las asignaturas ciencias sociales, historia y geografía. Dentro de cada agrupamiento, se podrán tener desaprobadas hasta dos materias; con la tercera materia pendiente, “se establece el recursado obligatorio solo de esa asignatura del año anterior”.
Las cifras
Hasta antes de la pandemia, en la provincia de Buenos Aires los estudiantes podían pasar de año si tenían hasta dos materias pendientes. En 2020, con las escuelas cerradas, se optó por un modelo de promoción semiautomático. Es decir, todos pasaron de año. En 2021, cada distrito tomó medidas diferentes. En la provincia gobernada por el oficialista Axel Kicillof se permitió tener hasta seis materias previas para pasar al siguiente nivel. Durante el año pasado, no obstante, se retornó al sistema original.
Según las estadísticas que aporta la organización Argentinos por la Educación, en 2021 hubo un total de 1.676.093 de alumnos en escuelas secundarias de gestión estatal, privada y cooperativa de la provincia de Buenos Aires. En tanto, la tasa de repitencia en los casi 4000 establecimientos que dictan la enseñanza secundaria en la jurisdicción bonaerense fue de 4,7% en 2019, mientras que bajó a 0,1% en 2020.
Ayer, diferentes especialistas opinaron sobre la posible reforma. El principal cuestionamiento: la falta de claridad de la medida.
“Es difícil de aplicar. No se entiende cómo los alumnos van a cursar los aprendizajes adeudados dado que no hay modificaciones en el tiempo escolar ni en la dedicación docente”, enfatizó Guillermina Tiramonti, investigadora de Flacso y autora del libro El gran simulacro: el naufragio de la educación argentina (Libros del Zorzal).
“La resolución es innecesariamente extensa y abunda en todo tipo de derivaciones teóricas e ideológicas. Resulta un instrumento bastante poco claro y práctico para que las 4000 escuelas de la provincia puedan implementar cambios durante este ciclo lectivo. Las políticas de cambio no se imponen, se construyen con mucho acuerdo y claridad tanto para docentes, como para padres y alumnos”, agregó Claudia Romero, doctora en educación, profesora e investigadora de la Universidad Torcuato Di Tella y autora, junto a otros especialistas, del libro Claves para mejorar la escuela secundaria (Noveduc).
En tanto, Sergio Siciliano, diputado provincial (Juntos por el Cambio) y especialista en gestión y planeamiento de la educación, destacó: “Se elimina prácticamente la repitencia. Un alumno puede llegar a tercer año sin haber aprobado matemática en primer y segundo año. Es decir, van a convivir en el aula alumnos con diferentes trayectorias académicas en un mismo curso y la resolución no especifica cómo lo harán”.
Instaurada la controversia, Sileoni defendió esta mañana ponerle fin a la repitencia, pero aclaró que en este ciclo lectivo 2023 no habrá ninguna modificación en la forma en que se pasa de curso en las escuelas secundarias bonaerenses.
“En todo el mundo europeo, o buena parte de él, no tienen repitencia en los ciclos y uno puede transcurrirlos con asesoramiento de los docentes. Uruguay no tiene repitencia, ni Paraguay; otros países de la región están pensando en reformas. Ya no hay discusión sobre si la repitencia es buena o mala, hay consenso de que no resuelve los problemas. El punto es cómo salimos de la repitencia. Nosotros creemos que con más esfuerzo, con más Estado atrás. No es: ‘Quedate tranquilo que no vas a repetir’. Es: ‘Voy a reforzar tus conocimientos, vas a tener profesores que te van a ayudar a hacerlo’. Eso es lo que queremos transmitir”, planteó el funcionario en AM 750.
Luego, aclaró: “Estamos trabajando, pero nada de lo que está ocurriendo en la escuela hoy va a cambiar el 1° de marzo. Estamos trabajando en una actualización de las escuelas secundarias, pero no va a ser precipitada; nos tomaremos todo este año para hacer los estudios y los análisis que tengamos que hacer”.