Con un cumplimiento del 90% en su oferta de productos, el Gobierno apuesta al éxito del programa Precios Justos para contener los precios de alimentos y artículos de primera necesidad después de un año de inflación cercana al 100% y la promesa del ministro de Economía, Sergio Massa, de bajar un punto porcentual la inflación por bimestre.
La aplicación del programa de la Secretaría de Comercio Interior recolectó unas 6.000 denuncias sobre posibles infracciones que serán investigadas, mientras que la adaptación a la señalética, que resulta fundamental para que los consumidores capten el producto ofrecido alcanzó un 75%, según datos que maneja el área comandado por Matías Tombolini.
Tanto la oferta monetaria como los instrumentos para que los compradores detecten dónde están ubicadas resultan primordiales para que el plan cumpla el objetivo de ser "referencia" para el resto de la góndola. Por otra parte, sobre las denuncia se realizarán las investigaciones correspondientes para luego definir si ameritan sanciones.
Al programa "Precios Justos" se encuentran 129 empresas adheridas y actualmente consta de 2.000 productos con precios fijos y otros 30.000 con el tope de aumento consensuado del 4%. Ahora, a poco más de un mes de que se terminen los acuerdos, en Comercio Interior comenzaron las reuniones con empresarios de alimenticias y supermercadistas.
¿Qué pasará con el programa con el fin de la primera etapa?
Según indicaron fuentes oficiales, las negociaciones van en torno a aumentos del 3,2% para los artículos que están por fuera de aquellos que mantienen sus precios congelados. Una intención en línea con el sendero de inflación en descenso que busca el Gobierno para los próximos meses.
No obstante, resta por saber cuál será el incremento de los productos que hace cuatro meses se mantienen a precios congelados y si habría una rotación de los que quedan fijos: salen algunos, entran otros.
En total hay más de 2.500 bocas de expendio que ofrecen "Precios Justos". El programa tuvo un fuerte impacto en ocasión de su lanzamiento dado que la inflación de noviembre fue del 4,9% y en diciembre se mantuvo en un rango similar, 5,1%.
El Gobierno quiere apuntalarlo para evitar una disparada de los alimentos de primera necesidad que impacta directamente sobre los sectores de menores recursos. En esa semana, se sumó una preocupación adicional por un aumento del precio de la carne que se había mantenido en rangos por debajo de la inflación durante 2022.
Según los últimos reportes, los incrementos en los mercados concentradores llegan al 20%. Las previsiones de inflación de las consultoras privadas para el mes de enero ya marcan la cifra del primer mes del año entre el 5 y el 6%, por encima del dato de diciembre.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, que había previsto una suba del IPC del 5,5% en diciembre, la variación de enero ascenderá a 5,6%.