Por estas horas preocupa el estado de salud de Jorge Lanata. El periodista, que ingresó al Hospital Favaloro el 23 de agosto producto de una infección urinaria bacteriémica, viene pasando por distintos estados. Desde entonces a esta parte sólo hubo un parte médico oficial, hay hermetismo, pero se van filtrando detalles.
Según comentó Diego Estévez, estaba planeado que ayer -jueves 7- le dieran el alta, pero una complicación no sólo que impidió eso, sino que lo llevaron de nuevo a terapia intensiva. Tras 24 horas allí, estaría estabilizado, pero el monitoreo es constante.
“Hoy (por este viernes 8) habría habido una leve mejoría, de todas maneras, la situación es delicada, esto a la luz del alta que se esperaba ayer”, dijo el periodista y cerró repitiendo una palabra clave: “Delicada”.
Vale remarcar que una situación similar se vivió hace una semana, cuando Ángel De Brito contó que, también, el día que lo iban a pasar a una habitación común, no lo pudieron hacer. “Está intubado, sedado, con algún problema respiratorio”, comentó.
A él le había llegado esa información a la tarde y a la noche, sobre el cierre de LAM, se comunicó su pareja, Elba Marcovecchio, que agregó: “Él va mejor. Sigue en terapia intensiva, yo estoy muy angustiada, pero ya quiero que esté bien. Tengo muchas esperanzas”.
Vale remarcar que Lanata tuvo insuficiencia renal, tuvo que someterse a un trasplante cruzado, que se llevó adelante en 2015. Su salud mejoró, pero ciertos vicios, como el cigarrillo que nunca dejó, una vez más lo pusieron en jaque.