Morena Domínguez, la niña de 11 años que fue asesinada este miércoles por un grupo de motochorros en Lanús Oeste, está recibiendo el último adiós de familiares y amigos en un velatorio que se realizó en la casa de su padre Hugo, a apenas cinco cuadras de la Escuela N°60, adonde se dirigía la chica cuando sufrió el asalto que le costó la vida.
En esa casa era donde había vivido Morena anteriormente, también junto a su abuela paterna, el tío de la nena y sus primos. Sin embargo, en los últimos días se había trasladado a la casa de sus abuelos maternos, a poca distancia de allí. Ese es el lugar de donde salió ayer rumbo a la escuela, donde fue asesinada en un cruel robo.
La hermana de la víctima había convocado a quienes quisieran despedir a la niña a través de sus cuentas de Instagram para que se acerquen al lugar. En la puerta de la vivienda había dos coronas mientras que otras dos rodearon al cuerpo en el funeral. Allí se mantuvieron durante todo el velatorio su padre, su hermano Bruno y sus abuelos. La madre de la nena, que se encontraba en Salta, todavía no habría podido llegar.
Un clima de gran tristeza definió a la despedida, en la que sus familiares estaban profundamente angustiados y recibieron el pésame de vecinos y allegados, que finalizó este mediodía cuando salió el cortejo fúnebre con los restos de Morena desde la casa del padre de la nena para pasar frente a la Escuela dónde estudiaba la chica y que luego se dirigirá al Cementerio municipal de Lanús, con la compañía de sus compañeros de colegio.