El argentino radicado en Miami que hace dos semanas dejó palas en el Congreso como protesta simbólica por la inactividad de los legisladores, volvió a manifestarse. Esta tarde, repartió 100 pequeñas picanas en la estación de subte Retiro de la línea C, donde el martes mataron a una oficial de policía.
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Mauro Stendel, es quien ideó esta queja. Junto al elemento de autodefensa, se entregó un volante que decía «¡Avivate! Si seguís esperando que los políticos te cuiden, estás regalado. Los chorros no son víctimas, la víctima siempre podes ser vos«.
Debido a la muerte de Maribel Zalazar, un asesinato cometido con su propia arma reglamentaria, resurgió el debate sobre el uso de las pistolas taser. Según Stendel, «hay pistolas taser retenidas en aduana hace dos años». Por eso se le ocurrió repartir picanas como protesta.